El plan de L’Oréal: sustituir los experimentos con animales por piel humana cultivada

Cultivo de piel humana. Revistapesquisa.
Cultivo de piel humana. / Revistapesquisa.

En China aún experimentan con conejos o ratas para probar la eficacia de los cosméticos importados.

El plan de L’Oréal: sustituir los experimentos con animales por piel humana cultivada

L’Oréal, Estée Lauder, Procter & Gamble o Shiseido son grandes empresas de cosméticos en el mundo que se enfrentan a las organizaciones ambientalistas y animalistas. Tanto en la Unión Europea como en gran parte de EE UU las pruebas de cosméticos en animales están prohibidas, sin embargo, China aún pide que estos cosméticos sean probados en sus laboratorios antes de pasar a ser comercializados. El gran problema reside que estos productos son probados en animales como concejos, ratas o cobayas. A pesar de que estamos en una época en donde la imagen lo es todo, las grandes empresas se niegan a retirar sus productos de China, puesto que el mercado de este país desbancará dentro de poco al estadounidense gracias al volumen que puede generar y que supera los 32.000 millones de euros.

Organizaciones como la Humane Society International denuncian que en los laboratorios de China utilizan los ojos y las pieles de los animales para probar cosméticos importados que a su vez causan alergias e irritaciones. Además, la organización animalista expresa que alrededor de 375.000 conejos, cobayas, ratas y otros animales son utilizados cada año por laboratorios chinos.

¿Qué dicen las cosméticas? En resumen, que son las autoridades chinas quienes hacen las pruebas y que ellos poco tienen que ver. L’Oréal, una empresa que obtuvo 26.000 millones de euros en ventas en 2017, es la más grande del mundo e incluye a marcas como Lancôme, Giorgio Armani, Yves Saint Laurent, Ralph Lauren, Cacharel y Garnier. En 2013, como el resto de las grandes empresas, dejó de probar sus productos en animales gracias a la nueva ley de la UE, sin embargo, PETA sigue incluyéndola en su lista de empresas vinculadas a los experimentos con animales gracias a que no evita que el Gobierno chino experimente con sus productos.

Para intentar salir de este problema, la empresa ha dedicado parte de su dinero a emplear un nuevo plan: sustituir la experimentación con animales por piel humana cultivada, y no cualquiera, sino piel asiática porque así lo exigen las autoridades chinas. El País reseña que la marca intenta complacer a las organizaciones y al mercado chino cultivando piel humana en el laboratorio de Episkin, en donde también proceden a experimentar con los productos de L’Oréal para descartar cualquier efecto irritante o corrosivo.

Según las cifras de la propia empresa, pueden llegar a fabricar entre 100.000 y 130.000 unidades de piel humana cada año. Pero lo que realmente esperan es terminar de fortalecer lazos con las autoridades de China, donde abrieron una fábrica de cultivo de piel humana en 2014, desde entonces han formado a unos 250 científicos chinos y han logrado que la Administración de Alimentos y Medicamentos de China aprobara uno de sus métodos sin necesidad de emplear animales. Este es un pequeño paso en el largo camino de intentar atravesar las difíciles regulaciones de China, en donde se espera que muchas empresas tomen opciones y acciones en cuanto a sus productos debido al gran mercado comercial y económico que representará en breve. @mundiario

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