El petróleo se aleja del cero y remonta a los 15 dólares tras colapsar por la crisis

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Depósitos de petróleo en Cushing, Oklahoma (EE UU) / larepublicaec.com
El precio del barril de crudo Brent del mar del Norte sube con fuerza este miércoles y ya se paga por encima de los 20 dólares, después de un nefasto arranque de sesión.
El petróleo se aleja del cero y remonta a los 15 dólares tras colapsar por la crisis

El planeta continúa inmovilizado. Los sistemas de transporte que conectan ciudades, estados y países por vía terrestre y aérea están completamente paralizados por dos factores: casi toda la humanidad (3.800 millones de personas de 7.000 millones) está confinada en sus viviendas, y el mundo tiene una sobreoferta de petróleo que registra demanda cero por la prioridad de los países y gobiernos (de la periferia del sistema capitalista) en destinar los pocos recursos que tienen para mitigar los impactos económicos, sociales y sanitarios de la pandemia en sus poblaciones.

El líder de la primera economía del mundo (Estados Unidos), Donald Trump, lo dijo: “Nadie está conduciendo un auto en ningún lugar del planeta en este momento”. Todo esto ocurre en medio de un apetito mundial entre decenas de países por hacerse con la mayor cantidad de recursos que puedan en el mercado de capitales, aunque solo las naciones que pueden permitirse acudir a ese espacio clave de la estructura del poder global.

Precisamente, la caída en la demanda de petróleo, gasolina y todos los derivados de ese preciado recurso mineral, generó que la actividad económica que controla casi todos los flujos de capital a nivel mundial se adentrara en una espiral de contracción sin precedentes que el pasado lunes llevó su precio a bajar del umbral de cero dólares y ubicarse en terreno negativo con una increíble cifra de -37,63 dólares, lo que provocó que los productores pagaran ese monto por cada barril de petróleo que necesitaban sacar de los depósitos para evitar un colapso y explosión logística del sistema del almacenamiento y en consecuencia se perdieran inventarios de reserva que podrían servir para el sostenimiento industrial, empresarial y energético de esos países, así como un  colchón financiero a largo plazo ante posibles crisis fiscales por el shock económico de la pandemia.

Pero las aguas se han calmado y el mercado parece mostrar una tendencia creciente y alcista. Ante el cierre negativo de los contratos de futuros de petróleo en mayo, los inversores se volcaron a los contratos de junio, que ayer promediaron 9 dólares. Hoy siguen subiendo ante las expectativas positivas de los inversores, quienes miran con buenos ojos que la reactivación empresarial e industrial progresiva en Estados Unidos pueda hacer repuntar la demanda de petróleo, que ha caído en un 30% desde el inicio de la crisis del coronavirus y de la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, los dos mayores productores del mundo detrás de EE UU.

El resultado es que el precio del barril de crudo Brent del mar del Norte sube con fuerza este miércoles y ya se paga por encima de los 20 dólares, después de un nefasto arranque de sesión que había llevado al petróleo de referencia en Europa a cotizar en un mínimo de 15,98. Este repunte de 5 dólares lo ubica en la barrera de la escala de diez cercana al último precio promedio bajo que registró el petróleo en la génesis de esta crisis mundial; 30 dólares. Si la tendencia se mantiene en positivo con más capitales colocados por los inversores en los contratos de crudo para entrega en junio, el barril europeo podría llegar a ese nivel así encaminarse en la senda del precio de equilibrio global; 50 dólares, que en esa eventualidad, sería una muy buena noticia para los aparatos industriales de las mayores economías de la UE: Alemania y Francia, una excelente noticia para los países productores, pero al mismo tiempo, un duro golpe a las finanzas de las naciones compradoras y consumidoras de petróleo, que ya tienen suficientes problemas en casa con las distorsiones fiscales, la falta de presupuesto, devaluación de sus monedas, caída del comercio, crisis social, incremento en las tasas de desempleo y cierres de empresas.

El barril llegó a perder más de un 15% de su valor y cosechar su cotización más baja desde 1999, después de que los países OPEP+ no llegasen a ningún acuerdo concreto en la reunión informal mantenida ayer. Ante la falta de acuerdo, la oferta explota, se mantiene intacta en sus niveles de saturación y los inversores buscan sacar el petróleo de los almacenes para guardarlos e invertir en contratos a futuro que les permitan multiplicar sus capitales cuando el mercado se recupere y la demanda repunte, dado que tener guardado el crudo en depósitos en mar y tierra es mucho más costoso que producirlo y trasladarlo. Eso motivó a los tenedores de capital a cobrarles a los productores para recolectar el petróleo remanente y excedentario cuando el precio se ubicó en cero y entró en terreno negativo.

Hoy, una vez superada la primera hora de negociación y transacciones en las bolsas europeas, el Brent comenzó su remontada, hasta subir más de un 30% con respecto a sus mínimos intradía. Se trata de un efecto rebote que se produjo por la resistencia y resiliencia de los inversores, que confían en la recuperación paulatina del negocio petrolero a mediano plazo.

No obstante, ha perdido dos tercios de su valor en lo que va de año, en un escenario de excepcional caída de la demanda como consecuencia de la crisis del coronavirus. La demanda ha sido absorbida por el shock económico mundial en un 30%, lo que se traduce en que la demanda de petróleo se hundirá en 20 millones de barriles diarios en abril, según la OPEP.

Eso representa una pérdida de ingresos por el orden de los 400.000 millones de dólares diarios para el conjunto de los países productores. La demanda mundial se situará en 92,82 millones de barriles diarios, 6,91 millones menos que en su estimación anterior, es decir, un total global de 1.840 millones de dólares diarios en ganancias, USD138.200 millones menos por día comparado con los 98 millones de barriles que se producían antes de la crisis y generaban ganancias por 1.978 millones de dólares diarios. Un desplome monumental.

Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI), el crudo de referencia en Estados Unidos y el de referencia mundial –que también se toma como guía para el cálculo del precio del barril de petróleo de Venezuela–, vuelve a subir con fuerza por segunda jornada consecutiva, una vez cambiada la referencia a los contratos para junio, que serán liquidados el próximo 19 de mayo.

El WTI crece alrededor de un 25% y roza los 15 dólares, dos días después de cotizar en negativo por primera vez en la historia en el mercado de Chicago ante la incapacidad de los tanques para almacenar todas las reservas. Pero el factor clave que estimuló el incremento del precio se debe a la decisión del Gobierno de EE UU de comprar 75 millones de barriles de petróleo para llenar sus reservas y cobrar a otros inversores y productores privados por almacenar su crudo en las vastas cuevas salinas que abarcan los territorios de Luisiana hasta Texas. Las expectativas de que el mercado se recuperará con una posible y eventual inyección de EE UU a partir de sus reservas una vez que comience a reactivar sus empresas, podría elevar el precio del WTI hasta los 20 dólares y empujar el europeo Brent hasta los $25.

De hecho, el optimismo es tan alto en estos días negro del mercado tal cual el color del petróleo, que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes en un mensaje en su cuenta de Twitter que rescatará la maltrecha industria petrolera si fuese necesario.

“Nunca permitiremos que la gran industria de petróleo y gas de Estados Unidos caiga. He ordenado al secretario de Energía y al secretario del Tesoro que formulen un plan con que se pondrán fondos a disponibilidad para que estas importantes compañías y empleos sean asegurados en el futuro”, tuiteó hoy Trump en horas de la mañana.

Los países de la OPEP+, que agrupa a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con otros productores como Rusia, mantuvieron una teleconferencia informal este martes “para intercambiar ideas sobre la dramática situación actual del mercado petrolero”. La intención es que el precio repunte, pues ahora la prioridad del cartel no es solo bajar la oferta, sino también subir el precio y estimular la demanda. El problema es que la pandemia convierte ese reto en casi una utopía debido a la magnitud de la actual crisis económica mundial.

No obstante, el grupo de países productores no concretó esta preocupación en ningún acuerdo más allá de “reiterar su compromiso con el ajuste de producción de petróleo alcanzado” y mostrar su disposición a mantener consultas de manera regular para analizar la situación del mercado. Los días negros del mercado petrolero aún no cesan. La tormenta bajó su intensidad, pero persiste. El planeta sigue paralizado, los tanques de los coches vacíos, los aviones en tierra y la movilidad global se congela poco a poco. @mundiario

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