Los palabros feministas: sororidad

Sororidad. / Pexels
Sororidad. / Pexels
La sociología es el estudio de las ciencias humanas y una de las formas que tienen los sociólogos de evidenciar una conducta social es poniéndole nombre. En este artículo se explica qué es la palabra "sororidad", empleada en el movimiento feminista.
Los palabros feministas: sororidad

La primera ola, la segunda ola, el postfeminismo, los aliados, las alienadas y un largo etcétera son los conceptos que utiliza el feminismo para explicar ideas sociales (a veces demasiado abstractas como para explicárselas a tus amigos con unas cuantas cervezas de por medio). De todos ellos, mi favorito es la sororidad.

Según la primera acepción de la RAE, sororidad es amistad o afecto entre mujeres; una definición que se queda un poco corta para mi gusto. La segunda, define esta palabreja como la relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento. Y de eso vamos a hablar: de solidaridad.

La sororidad en las redes sociales muchas veces se ejemplifica como el ataque de amor que ocurre en los baños de mujeres de una discoteca a las 4 de la mañana (después de las cervezas que te has tomado con tus colegas). Honestamente, me parece un ejemplo muy acertado, pero como tal vez no todos los que lean esto sepan exactamente de qué estoy hablando, voy a poneros en situación:

Vais tu amiga y tú al baño. Mentalizadas a realizar el noble acto de la micción, abrís la puerta y os encontráis a un círculo de chicas en el medio del aseo y una de ellas llorando. Como estáis un poco valientes, os acercáis a preguntar qué pasa. Esa pregunta es totalmente solidaria, da igual lo que haya ocurrido, solo existe un objetivo y es ayudar: solidaridad.

El motivo del llanto de esta pobre chica puede haberse originado en muchos sitios: que si pareja, que si no estoy guapa, que si, que si, que si, … y tú, te plantas y le dices (a una desconocida, recordemos) que no le dé importancia, que (sea lo que sea lo que le pasa) no lo necesita y que es fantástica. Y cuando lo dices, realmente lo sientes: sororidad (para dummies).

Sé lo que se puede estar pasando por la cabeza de algunas personas que estén leyendo esto: ¿pero se supone que yo tengo que ayudar todo el mundo?  ¿Y si me cae fatal? ¿Para ser feminista tengo que ser amiga de todas las chicas? ¿Y no deberíamos ayudar a los chicos también? Que nadie se sienta parodiado, si lo sé es porque hubo un día en el que yo también pensé lo mismo.

La conclusión a la que yo he llegado es que todos tenemos derecho a no querer estar con otras personas, pero (especialmente cuando eres mujer) utilizar en contra de otra mujer palabras como “puta” o “zorra” por su ropa o maquillaje, o ridiculizarlas por no saber algún concepto feminista, es el anticristo de la sororidad y del feminismo.

Así que no, no tienes obligación de besarle la cara a la compañera de trabajo que odias solo para poder ponerte la etiqueta de feminista. Pero si perteneces a prácticamente cualquier movimiento social a favor de la libertad o de la liberación, supongo que ya entiendes que el respeto es un concepto básico y necesario. Lo único que tienes que hacer con tu odiosa compañera de trabajo es respetarla.

Solo hay una norma: el respeto. @mundiario

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