Ortega retoma la relación personal con su hija mayor, segunda accionista de Inditex

La separación matrimonial de su hija pequeña, Marta Ortega, coincide con una nueva era en la relación entre las dos primeras fortunas masculina y femenina de España, padre e hija.

El primer accionista de Inditex, Amancio Ortega, ha retomado la relación personal con su hija mayor, Sandra Ortega Mera, segunda accionista de Inditex, con un 5%, en gran parte heredado de su madre, Rosalía Mera, ya fallecida. Según ha sabido MUNDIARIO, la separación matrimonial de Marta Ortega Pérez, la hija pequeña de Amancio Ortega, coincide con una nueva era en la relación entre las dos primeras fortunas masculina y femenina de España, padre e hija.

Fuentes del entorno hablan ya de "conversaciones semanales", lejos del relativo distanciamiento de otras etapas de sus vidas. De los detalles de la separación de Marta Ortega, Sandra Ortega fue informada personalmente por su padre. Entre las hijas, la relación es bien distinta. "Ni la segunda mujer de Ortega ni Marta (Ortega) se dejaron ver en el entierro de Rosalía Mera, lo que dice mucho de los lazos entre ambas familias", cuenta al respecto Economía Digital.

Relaciones con gran dimensión económica 

Los detalles de estos asuntos familiares carecen de interés informativo -al menos para MUNDIARIO-, pero en cambio pueden tener relevancia económica y financiera, ya que sigue estando en juego el futuro de la tercera fortuna del planeta y el 59% de Inditex, la gran multinacional española en el mundo.

Amancio Ortega tiene tres hijos: las dos mencionadas, Sandra Ortega Mera y Marta Ortega Pérez, y un varón, hermano de la primera, Marcos Ortega Mera, con una discapacidad. Sandra y Marcos están muy unidos en todos los sentidos, también por tanto en el patrimonial.

Sandra Ortega es la hededera de un estilo campechano, el de Rosalía Mera, la primera mujer de Amancio Ortega, cuyo carácter solidario siempre fue ampliamente reconocido.

La discreción de la que hace gala Sandra Ortega en casi todas sus actuaciones profesionales y personales y su responsabilidad al asumir el cuidado de su hermano son puntos a su favor, no solo ante la opinión pública. Sandra Ortega es la hededera de un estilo campechano, el de Rosalía Mera, la primera mujer de Amancio Ortega, cuyo carácter solidario siempre fue ampliamente reconocido.

El estilo discreto también acompañó siempre a Amancio Ortega, del mismo modo que a su segunda mujer, hasta que la hija de ambos, Marta Ortega, se inició en el mundo de la hípica y pasó a relacionarse con personajes populares, a los que a veces ni siquiera fue del todo ajeno el propio Ortega, que siente una acusada predilección por su hija pequeña. Ahora, la separación de Marta Ortega del jinete Sergio Álvarez ha devuelto la familia Ortega a la crónica social, en la que se había iniciado también de su mano en el gigantesco centro hípico de Casas Novas, cerca de A Coruña.

Sandra Ortega, en contra de lo que parecería normal al ser propietaria de un 5% de Inditex, no está en el consejo de la multinacional, donde en cambio sí tiene un puesto la segunda mujer de su padre, Flora Pérez Marcote. El presidente de Inditex, Pablo Isla, no es de la familia, y su relevancia no es accionarial, sino meramente profesional, por encargo de Amancio Ortega. Como se comenta entre sus empleados, de manera más que reveladora, Pablo Isla es "el presidente" pero Amancio Ortega es "el jefe".

Flora Pérez Marcote es una mujer dotada para las relaciones sociales y una firme defensora de la figura de su marido, al que también cubre su ausencia del mundo social, que él reduce a Inditex y al Club Financiero de A Coruña.

El notario coruñés Francisco Manuel Ordóñez Armán maneja los secretos patrimoniales mejor guardados de Amancio Ortega y será, con casi toda seguridad, el profesional que dará forma al reparto definitivo de la inmensa fortuna del tercer hombre más rico de la tierra.

Para que, como señalan ciertos medios de comunicación, Marta Ortega sea la heredera de Inditex, el notario Ordóñez tendría que recibir indicaciones arbitrarias -poco proporcionales- con los otros dos hijos de Ortega.

La posible separación de Inditex del resto del patrimonio, básicamente inmobiliario, es una vía explorada para la herencia, pero en todo caso lo que está en juego es quién controlará Inditex cuando Amancio Ortega no esté.

La profesionalidad de Pablo Isla y de su equipo, al que tal vez le faltan raíces en A Coruña y comprensión de la realidad de Galicia, parece fuera de toda duda, pero nadie mejor que él sabe la importancia del propio Amancio Ortega en el desarrollo de Inditex, su gran obra personal. @J_L_Gomez