Notas sobre el libro: Hermenéutica de "Hombres a la deriva" de Manuel Molina

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Portada del libro comentado

En el marco de un intercambio literario, Consuelo Jiménez de Cisneros comenta el libro Hermenéutica de “Hombres a la deriva” de Manuel Molina, un ensayo ilustrado de Ramón F. Palmeral, para conmemorar el centenario de Molina.

Notas sobre el libro: Hermenéutica de "Hombres a la deriva" de Manuel Molina

Empezaré diciendo que se trata de un libro entrañable y fuera de lo común. En primer lugar constituye un homenaje por el I Centenario del nacimiento de Manuel Molina, como reza la portada. Un homenaje es siempre un acto de recuerdo, de reconocimiento, de admiración, de generosidad. Las efemérides, las fechas redondas, cumplen esa función de rescatar del olvido o de la indiferencia las joyas ocultas que brillan con mayor resplandor cuanto mayor es la oscuridad que las rodea.

En este Alicante tan lleno de aficionados a la poesía, de grupos literarios variopintos, de publicaciones poéticas de toda índole, resulta mágico tropezar de repente con unos versos que llevan medio siglo a cuestas y sin embargo suenan nuevos y verdaderos. Versos que no solo son arqueología de valor histórico, sino poesía auténtica, esa que merece ser leída y releída, ilustrada e interpretada como lo ha hecho Ramón. No es fácil encontrar en las librerías ni en las webs libros de poesía editados hace tanto tiempo. Nuestra gratitud, pues, al autor por rescatar este tesoro de nuestra poesía alicantina.

Versos que no solo son arqueología de valor histórico, sino poesía auténtica, esa que merece ser leída y releída, ilustrada e interpretada

La Hermenéutica... es un libro escrito con el corazón, el gusto estético y la fruición en la indagación del dato, la fecha, el nombre propio. Un libro que reúne en sí varios libros: una introducción sobre la vida, obra y contexto del poeta Manuel Molina; la edición de su poemario Hombres a la deriva; un análisis pormenorizado de cada poema deteniéndose en su métrica, su retórica, su temática, su significación y algunas anécdotas y curiosidades, todo lo cual responde, como no podría ser de otro modo, a una lectura cuidada y escrupulosa; ilustraciones, con dibujos originales a plumilla y otros reproducidos de la primera edición, acompañando cada  poema; y, finalmente, un pequeño álbum fotográfico donde me encuentro con la sorpresa de mi nombre al pie de una fotografía en blanco y negro en la que comparto espacio con Manuel Molina, Caffarena (editor de mi primer libro) y otros artistas y literatos que poblaban la escena alicantina de los años 70, datación aproximada de la fotografía.

Este libro solo podía escribirlo un hombre que ama la poesía: la poesía verdadera, escrita por un poeta verdadero, que une al sentimiento y la emoción el conocimiento y la retórica, que es capaz de escribir sonetos y versos libres con la misma maestría, que busca imágenes impactantes, enumeraciones con el ritmo de latidos y versos cadenciosos como suaves melodías. Así es esta poesía que nos llega por encima de la circunstancia en que se escribió y a pesar del tiempo transcurrido. Así suenan los versos de Manuel Molina, poeta vitalista (¡cuántas veces nombra a la vida, incluso en uno de sus mejores títulos: Versos de la vida!).  

Ramón F. Palmeral acuna y pone en valor, con su hermenéutica, esta colección de versos. Porque Ramón es ese hombre generoso que dedica su tiempo y esfuerzo al estudio de los poetas y escritores que venera: Machado, Hernández, Goytisolo, Azorín, Manuel Molina... Y sabe comunicar su pasión literaria a través de sus comentarios e ilustraciones y de los actos que organiza o en los que interviene. No se guarda para sí su entusiasmo: lo transmite y comparte.

Cualquier aficionado a la poesía disfrutará con todos los paisajes de líneas y palabras que este libro ofrece​

Cualquier aficionado a la poesía disfrutará con todos los paisajes de líneas y palabras que este libro ofrece, desde su cálida portada presidida por el grabado de un barco de vela que boga frente a un horizonte solar, bajo unas nubes amenazantes, quizá también a la deriva, como los hombres del poemario de Molina.

Post Scriptum: No puedo acabar sin lamentar que actos como el que hubo en Ámbito Cultural el 23 de octubre en homenaje a Manuel Molina, a cargo de Ramón F. Palmeral y con asistencia de Clemencia, hija del poeta, convocaran a tan poco público. ¿Dónde estaban todos los presuntos poetas que tanto abundan en esta bendita tierra nuestra? Ya he podido ver, en otro acto en la Sede de la Universidad de Alicante, que cada actividad tiene su público, y que son pocas las personas, como Ramón o como quien firma estas líneas, que nos acercamos a Manuel Molina sin importar en dónde o con quién, sin más consideración que la admiración hacia su figura y el interés por su obra y su persona.

 Consuelo Jiménez de Cisneros.

Alicante, 1 de noviembre de 2017. @mundiario

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