El Museo del Prado inicia su bicentenario el día 19 de noviembre

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José Pedro Pérez-Llorca, Presidente del Real Patronato del Museo del Prado; José Guirao, Ministro de Cultura y Deporte y Miguel Falomir, Director del Museo del Prado, durante la presentación del programa del bicentenario. / ©Museo Nacional del Prado.

Será un gran acontecimiento cultural, con un variado programa, ambicioso socialmente, que repasará su pasado y mostrará su ambición de futuro.

El Museo del Prado inicia su bicentenario el día 19 de noviembre

El Museo del Prado cumple 200 años el 19 de noviembre de 2019, pero la conmemoración comenzará un año antes, en la misma fecha de noviembre de 2018.

Desde entonces se irá desarrollando un ambicioso programa de actos, publicaciones, exposiciones monográficas, congresos e iniciativas que tienen la pretensión de acercar a los ciudadanos –en la mejor versión del sentido “nacional” que lleva en su nomenclatura desde 1869- el rico material artístico que atesora.

Espacio histórico

Coinciden con esta conmemoración otras de la historia interna del Museo: la del 150 aniversario de que se nacionalizara en el sexenio revolucionario el patrimonio pictórico de la familia real con que lo había dotado en su fundación Fernando VII, y adicionalmente, el 80 aniversario de que volvieran a España las piezas que, para ser preservadas de los bombardeos de Madrid, habían sido depositadas por la II República primeramente en Valencia y pronto en Ginebra. Por estas y  muchas otras razones, el Prado documenta por sí mismo acontecimientos importantes del devenir político de este país. Algunas de las exposiciones programadas, particularmente Un lugar de memoria (19.11.2018/10.03.2019); Una pintura para una nación: Los fusilamientos de Torrijos (23.03/30.06); y el Congreso Museo y Guerra (otoño 2019) atienden directamente a estos hechos. Implícitamente,  quedarán más reconocibles en adelante a partir de una exposición, ahora en producción, que quedará instalada permanentemente en la sala que ocupaba El tesoro del delfín. Se titulará: Prado 200: actuaciones en el edificio Villanueva, cuyo sentido es que el visitante conozca de primera mano la evolución de los edificios e instalaciones expositivas del Museo, desde sus inicios, que le ayude a formarse una imagen del variable funcionamiento que ha tenido esta institución cultural e, indirectamente, de los sentidos no menos distintos de cómo tradujo los objetivos con que nacieron los museos.

Espacio educativo

Que el Prado tiene en este momento un marcado sentido social, además de los clásicos de conservar, analizar, difundir y enseñar, será fácilmente visible en muchas de las iniciativas que durante esta conmemoración se verán. Entiéndase “social” en un sentido amplio, empezando por que habrá atención particular a que la dimensión cívica del Museo llegue a colectivos como los reclusos y los invidentes, continuando por que –en la línea de lo que habían sido en la República algunas iniciativas de Las Misiones Pedagógicas, y que en los años setenta tuvieron alguna disposición similar, el Prado hará llegar reproducciones de sus obras a las calles de muchas ciudades. Prado en las Calles  se sumará a una gira de una selección de sus mejores cuadros a algún museo relevante de cada Comunidad autonómica, lo que se suma, además, a intentar que se conozca mejor lo que en otras ocasiones se ha llamado El Prado disperso, esa serie de casi 1900 cuadros propiedad del Museo que están repartidos por edificios institucionales de toda España, muchos desde el siglo XIX. Se suma, igualmente, a esta dimensión social una iniciativa que ya tiene destino: la compra de un cuadro del francés Vouet (Niña con paloma, 1620), del que ya hay dos obras más en el Museo. Será adquirido mediante micromecenazgo (entre el 17.09.2018 y el 19.11). se pondrá así de manifiesto de manera más clara cómo una parte relevante del Museo es fruto de legados y adquisiciones del Estado y de sus ciudadanos.

Espacio de futuro

No faltan, entre otros muchos acontecimientos de esta conmemoración, las celebraciones de dos de los principales activos del Museo, Velázquez y Goya. Ni faltan tampoco los actos e iniciativas de índole más académica, como publicaciones y congresos. El futuro de calidad lo reforzarán los de carácter más estrictamente técnico, relacionados con la restauración, la catalogación y la archivística de los museos. Es de destacar, en todo caso, un modo de mirar que es relativamente nuevo y que tratará de hacer un museo más cercano. En esa línea están: la atención a dos mujeres pintoras, en la línea de visibilizar el papel de las mujeres; la inclusión de diversas artes para conmemorar estos acontecimientos; la mirada fotográfica como testigo de los cambios acaecidos, sobre todo en los últimos 80 años; una atención particularizada a los ámbitos escolares; y, sobre todo, que sea el propio Museo el que hable, incluso a través de sus producciones más efímeras, como folletos, fotografías, etc., testigos hasta ahora muy poco atendidos del quehacer diario de un Museo como el Prado en su relación con la sociedad para la que es un regalo.

En un programa tan ambicioso no podía faltar, en fin, una mirada a la culminación de la ampliación del Prado. Tal vez la crisis valga como excusa, pero es una mirada algo inconcreta, para la que, de momento, solo se tienen los planos de Foster, indicativos de cómo, en el “campus del Prado”, quedará integrado el Salón de Reinos, del antiguo Palacio real del Buen Retiro. Deseable será que la bonanza económica favorezca su desarrollo, y que, al final, el conocimiento y aprecio de los ciudadanos a esta institución cultural crezca al nivel que se merece. @mundiario

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