El mundo no debería olvidar el derrame del Sanchi en China
Ocurrió a principios de año y parece que al mundo no le interesa a pesar de ser tan peligroso como la explosión de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México o la colisión del petrolero Exxon Valdez en Alaska.
En materia medioambiental se puede decir que empezamos el 2018 bastante mal. A principio de año se tuvo registro de la colisión de un buque petrolero iraní conocido como Sanchi con un barco comercial en los mares de China. En su momento varios medios y organizaciones como Greenpeace alertaron sobre el peligro ambiental que representa el derrame del combustible que portaba, pero parece que al mundo no le importa.
Este desastre puede ser comparado con la explosión de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México en el año 2010, o bien con la colisión del petrolero Exxon Valdez, ocurrida en Alaska en 1989. Sin embargo, expertos han advertido que el derrame del Sanchi podría tener una magnitud mucho más grande que los dos desastres antes mencionados. Entonces ¿por qué el mundo lo ignora? Puede ser por un factor muy simple, a la vez de ridículo, y es que este derrame en particular es prácticamente invisible.
Pero hablemos de cantidades, el buque iraní Sanchi transportaba alrededor de 136.000 toneladas de combustible ultraligero, que conocemos condensado, y lo peor del caso es este cargamento triplica el que llevaba el Exxon Valdez en los años 80.
Buque Sanchi ardiendo. / RR SS.
Sumando a lo anterior debemos agregar que este tipo de combustible es incoloro, por lo que es muy difícil de encontrar, contener y limpiar, dificultando las labores que de los especialistas encargados de limpiar los mares chinos. Este tipo de condensado se mantiene en estado gaseoso, por lo que es más explosivo que el crudo, es capaz de dispersarse más rápido y es tan tóxico que luego de esparcirse y ser absorbido por el mar, su toxicidad perdura.
Los expertos que estudian el área han advertido que el combustible ya ha llegado hasta las zonas pesqueras de China y temen que dentro de poco lleguen hasta las áreas pesqueras de Japón.
El derrame ya está causándole pérdidas millonarias a China, puesto que en el área donde se produjo el accidente habitan peces espada, caballas, corvinas amarillas o cangrejos, siendo una de las zonas más diversas en cuanto a fauna marina del Mar de China Oriental. Concluyendo con los problemas ambientales, debemos avisar sobre el daño colateral de este peligroso derrame invisible, cuyos efectos pueden terminar en la mesa de cualquier persona en el mundo y causar graves problemas en la salud humana debido a que los frutos del mar expuestos al tóxico condensado está en riesgo de ser comercializado. @mundiario
