¿Por qué la muerte de la jueza Ginsburg beneficia a Trump en las próximas elecciones?

Ruth Bader Ginsburg, jueza del Supremo de EE UU.
Ruth Bader Ginsburg, jueza del Supremo de EE UU. / RR SS.

La jurista era una de las cuatro voces progresitas que habían en el Congreso. Con su muerte, queda en manos del presidente nominar a un nuevo juez que deberá ser aprobado por el Senado de mayoría republicana. En el Supremo estadounidense ya hay cinco jueces conservadores, dos de ellos fueron elegidos por el actual mandatario.

 

¿Por qué la muerte de la jueza Ginsburg beneficia a Trump en las próximas elecciones?

Sin lugar a dudas, la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg repercutirá en las elecciones del próximo mes de noviembre. Esta jueza, símbolo de la lucha por la igualdad femenina, era una de los nueve miembros que conforman el Tribunal Supremo de Justicia estadounidense. 

Los cargos, que son vitalicios, actualmente están ocupados por tres progresistas y cinco conservadores. Trump buscará influenciar aún más el corte conservador en el organismo nombrando a un juez que le convenga y que además, le beneficie ante los votantes en las elecciones de noviembre.

Sin lugar a dudas, el mandatario se saldrá con la suya ya que cuenta con un Senado dominado por los republicanos. “Fuimos colocados en esta posición de poder e importancia para tomar decisiones por la gente que orgullosamente nos eligió”, afirmó el mandatario que hace poco había presentado una lista con todos los nombres que podrían sustituir a Ginsburg.

Llama atención la hipocresía del momento. En 2016, los republicanos bloquearon las nominaciones de Barack Obama bajo la excusa de que era un año electoral, una cuestión similar a lo que ocurre ahora. Pero en estos momentos, con un Trump menos popular, los republicanos están dispuestos a hacer lo que sea más conveniente para conseguir votos.

¿Cómo influye el nombramiento de un juez en EE UU? El Supremo es el organismo más influyente de EE UU. Varíos avances de corte progresista de los últimos años podrían dar marcha atrás con la nueva nominación del mandatario. Desde la sanidad pública, el matrimonio homosexual, pasando por el aborto, hasta el control de armas.

Nombrar a un juez conservador sin duda podría influenciar en asuntos claves del país, que en los últimos años ha tomado un rumbo más progresista y donde los conservadores optan por la ley para frenar ciertos cambios.

Con este movimiento, los republicanos quieren movilizar las bases indecisas y conseguir más votos para el presidente, por lo que parece difícil que el último deseo de Ginsburg se cumpla. “Mi más ferviente deseo es no ser sustituida hasta que un nuevo presidente tome posesión”, reza la última nota que dejó a su nieta. @mundiario

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