La moda del aceite de ricino, el remedio de la abuela con infinidad de usos

Rostro al natural. / Pexels
Rostro al natural. / Pexels

Desde alargar tus pestañas hasta lubricar un motor, te contamos qué es y para qué sirve este conocido aceite natural.

La moda del aceite de ricino, el remedio de la abuela con infinidad de usos

El aceite de ricino proviene de las semillas de la planta Ricinus communis, originaria de África y la India. Su composición es en su mayoría ácido ricinoleico (del 85 al 95%). Las semillas de las que se extrae son tóxicas y se utilizan desde el antiguo Egipto con fines medicinales. Se emplea en la elaboración de cosméticos debido a sus altos beneficios en este campo, pero no se queda ahí, ya que sus usos son mucho más diversos y sorprendentes.

Cuenta con altas cantidades de ácidos grasos esenciales, vitamina E y proteínas, lo que lo convierten en un potente remedio natural para fortalecer y regenerar el cabello. Si aplicas aceite de ricino sobre el cuero cabelludo mejorarás la circulación sanguínea de la zona, estimulando el desarrollo de nuevos folículos pilosos y el crecimiento de más cabello. También hay teorías que afirman que el ácido ricinoleico actúa para inhibir las hormonas asociadas con la caída del cabello y la calvicie, aunque de esto no hay evidencias científicas. Además, podemos darle uso como acondicionador, ya que cuenta con propiedades hidratantes debido a los ácidos graso que encontramos en su composición, los cuales son ideales para la reparación y nutrición del cabello.

Al ser un ácido graso monoinsaturado, actúa como humectante y se puede usar para hidratar la piel. El aceite de ricino se conoce también como alargador natural de las pestañas, se puede aplicar con un cepillo como los del rímel, dejándolo actuar toda la noche. Esto ayudará a que las pestañas luzcan más abundantes y definidas. Si lo que quieres conseguir son unas cejas más pobladas, este producto también será tu aliado, como lo fue el de Hailey Bieber cuando, tras depilar en exceso sus cejas, las quiso recuperar de nuevo.  Además, este aceite se usa también para fortalecer las uñas dañadas o quebradizas, a la vez que estimula su crecimiento.

Sus usos medicinales también son varios. Se puede aplicar como tratamiento cutáneo para las picadoras de insectos, o como alivio para la artritis debido a su efecto antiinflamatorio y analgésico. Además, sus propiedades lo convierten en un efectivo laxante, que en dosis elevadas puede producir náuseas, vómitos, cólicos y diarreas agudas. Estas características también han hecho que el aceite se haya empleado en la antigüedad como elemento de castigo y tortura. Es muchas veces mencionado como tóxico, ya que la semilla cruda de la que proviene, la ricina, es una de las sustancias más tóxicas que hay en la naturaleza. Sin embargo, la concentración de toxina en el aceite es ínfima, y su consumo moderado no reviste peligro, sino todo lo contrario. Curiosamente, el aceite de ricino también se emplea en la fabricación de plásticos, lacas, pinturas, o lubricante para motores. Antiguamente se utilizaba también como combustible o como añadido a la gasolina en competición. @mundiario

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