Miles de inmigrantes en EE UU esperan el fallo de la Corte Suprema sobre DACA

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Una mujer latina sostiene un cartel que expresa: "Una vez que eres inmigrante, siempre serás un soñador", en una protesta en Washington, EE UU / DW.
La espera comenzó en noviembre luego que la Corte Suprema celebrara una audiencia sobre la Acción Ejecutiva de 2012 (DACA), programa creado durante el gobierno de Barack Obama
Miles de inmigrantes en EE UU esperan el fallo de la Corte Suprema sobre DACA

En Estados Unidos hay mucho más que una crisis sanitaria causada por la Covid-19. Es una crisis social y migratoria que permanece perenne mientras se profundiza el sesgo político del Gobierno de Donald Trump sobre las instituciones del país. 

Y es que ya son miles los llamados "dreamers" que esperan el fallo de la Corte Suprema de Justicia de EE UU sobre si decidirá o no la derogación del Programa de Acción Diferida (DACA), que garantiza la residencia a inmigrantes que llegaron al país desde niños y adquirieron cierto nivel de educación a lo largo de los años.

“Esperamos que los magistrados hagan lo correcto y decidan que el programa se quede, tal y como lo han hecho los tribunales inferiores”, dice José Muñoz, director de Comunicaciones de United We Dream (UWD). Estamos preparados para responder. Hay angustia, miedos y preocupaciones, pero confiamos en una decisión justa”, agrega, durante una entrevista que sostuvo para la cadena latino-estadounidense Univisión. 

La espera comenzó en noviembre luego que la Corte Suprema celebrara una audiencia sobre la Acción Ejecutiva de 2012 (DACA), programa creado durante el gobierno de Barack Obama y cancelado cinco años más tarde por Donald Trump. La decisión de los magistrados afectará el futuro inmediato de unos 700.000 jóvenes que llegaron siendo niños a Estados Unidos junto a sus padres, se les conoce como dreamers (soñadores) y tienen suspendidas temporalmente sus deportaciones.

Por lo tanto, una acción jurídica regresiva sobre este programa podría generar una crisis socioeconómica en el segmento de la población migrante cuyas esperanzas de crecimiento y desarrollo están puestas en la vigencia de DACA como política del Estado norteamericano, aunque el Gobierno la rechace. 

DACA fue desafiado en los tribunales luego de que el Gobierno lo eliminó el 5 de septiembre de 2017. En esa ocasión, el Departamento de Justicia (DOJ) dijo que "los dreamers podían renovar por última vez sus permisos de trabajo y solicitó al Congreso que, en un plazo de seis meses, debatiera y aprobara una ley que les otorgue estatus legal de permanencia".

Pero el Congreso, controlado en ese momento por los republicanos en ambas cámaras, no discutió ningún proyecto sobre el tema. Entretanto, activistas y organizaciones se unieron y desafiaron en tribunales federales la orden de cancelación emitida por Trump.

Es así cómo se ha configurado una verdadera crisis institucional, política y social en la que la Casa Blanca es presionada por la tensión social acumulada en la población inmigrante, en la población afroamericana y no racista que protesta contra el racismo estructural en el país en 40 de los 50 estados de EE UU tras el asesinato de George Floyd por parte de un agente de policía blanco en Minneapolis, Minnesota. @mundiario

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