El milagro de los panes y los peces presupuestarios

Industria 4.0. / Mundiario
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Tanto Sánchez como Iglesias omitieron en su presentación cualquier referencia a líneas específicas de los Presupuestos para impulsar la reactivación económica o la reorientación estratégica de la industria.
El milagro de los panes y los peces presupuestarios

El Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021, tras una escenificación, sin preguntas, del acuerdo político entre los dos partidos que forman el Gobierno. En ella se han situado los mensajes políticos que interesaba difundir y se han escamoteado los datos menos favorecedores de la imagen del Gobierno. A favor de su buena imagen está el importante incremento de volumen, fruto de dos medidas diferentes: la incorporación anticipada de fondos europeos y especialmente el incremento de la Deuda Pública, como ya explicó en su momento el director de MUNDIARIO, José Luis Gómez.

Incrementar el gasto es la medida que defienden en este momento todos los organismos internacionales: UE, FMI, BCE como antídoto a la crisis. Es un reconocimiento tardío de los graves problemas generados por la política de austeridad fiscal aplicada durante la crisis de 2008. Ahora bien, la expansión del gasto con cargo a la deuda es trasladar un problema al futuro, con la esperanza, totalmente voluntarista, de que la situación económica permita amortizarla en mejores condiciones.

Los socios del Gobierno anuncian incremento de los ingresos fiscales. Los más publicitados son los menos efectivos: las rentas muy altas estarán más gravadas, pero el número real de contribuyentes es tan bajo que no aportarán ingresos significativos. También la nueva fiscalidad sobre las socimis, necesaria, es simbólica pues solo existen 90 sociedades de ese tipo en todo el país. En cambio el incremento del impuesto sobre los grandes patrimonios es muy conservador. Por el contrario el aumento de los impuestos indirectos, IVA o envases de plástico, afectará a todos los ciudadanos con independencia de su renta. Por otra parte se renuncia una vez más, a una reforma fiscal modernizadora.

Del lado del gasto obviamente todo son ventajas. Sanidad, educación, servicios sociales o I+D, recibirán presupuestos mucho más altos, a través de los cuales se podrán negociar con más facilidad los imprescindibles apoyos parlamentarios. También las inversiones conocerán una cifra record, sobre cuyo destino final poco se ha dicho. Aquí conviene subrayar los problemas de gestión ya conocidos, tanto sobre presupuestos propios como de los fondos comunitarios. Pensiones y salarios de funcionarios crecen. El reciente acuerdo del Pacto de Toledo da satisfacción a la demanda de los pensionistas pero no aclara la sostenibilidad del sistema.

Tanto Sánchez como Iglesias omitieron en su presentación cualquier referencia a líneas específicas de los Presupuestos para impulsar la reactivación económica o la reorientación estratégica de la industria. Las cifras apuntadas, más de lo mismo, parecen confiar en el efecto multiplicador de la lluvia fina de millones sobre multitud de programas y conceptos, algo nada probable. El mazazo recibido por el turismo, alrededor del 12% del empleo y del PIB, obligaría a prestar más atención a la industria estratégica. De nuevo, el silencio.

En paralelo se ha divulgado el compromiso de hacer la ley de vivienda más intervencionista de Europa, extraño objetivo de Unidas Podemos. Los mercados más intervenidos no suelen ser los más eficientes, véase como ejemplo el mercado de trabajo en España, con tasas absolutas de desempleo y de desempleo juvenil abrumadoramente superiores a las de cualquier otro país de Europa, desde hace muchos años y pese a la copiosa legislación laboral de uno y de otro signo.

Seguimos instalados en la política de comunicación más que en la comunicación de la política. En cualquier caso, habrá muchos más recursos y eso no puede ser negativo. Cómo se utilicen es otro debate. @mundiario

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