La mayoría absoluta del PP

La campaña del PSOE gallego no está yendo bien y, por el contrario, prevalece la euforia en el PP, mientra
La mayoría absoluta del PP
La campaña del PSOE gallego no está yendo bien y, por el contrario, prevalece la euforia en el PP, mientras en el BNG siguen avanzando a su ritmo, tampoco sin echar la casa por la ventana. Pero lo que está en juego no es quién hace la mejor campaña –salta a la vista que el PP va por delante en estos momentos en movilizar a su gente–, sino quién o quiénes van a gobernar. Dada la soledad política del PP, en su caso todo depende de la mayoría absoluta, un objetivo más asequible hoy que hace unos meses, pero aún así muy difícil de alcanzar.

Los populares precisan conseguir 38 escaños y aunque en este asunto de las elecciones y las encuestas no hay nada seguro, lo más probable es que pierda un escaño por Ourense, donde parte de un techo muy alto, no corregido en el 2005, dado el papel desempeñado hasta entonces por José Luis Baltar. La mejor opción que tiene el PP para recuperar ese escaño se da en Pontevedra, donde la candidatura de Alberto Núñez Feijóo lleva camino de dejar en mal lugar la encabezada por Emilio Pérez Touriño, pero aún así necesitaría al menos otro escaño más. Con las matemáticas electorales en la mano es difícil que el PP pueda subir en Lugo y también es complicado que mejore sus resultados en A Coruña, provincia donde todo parecía que iba a quedar como estaba, pero que ahora se señala como punto clave de estas reñidas elecciones. En este caso será importante seguir de cerca el papel del popular Carlos Negreira, a quien el PSOE puso en su punto de mira, mientras casualmente su nombre aparecía relacionado con asuntos delicados. En realidad, al PSOE no le preocupaba mucho Negreira de cara a estas elecciones, sino con vistas a las municipales, dadas las posibilidades que tiene de hacerse con la alcaldía coruñesa, por lo que la batalla de los dossieres quizá se inició antes de tiempo.

¿Qué pasa en el PSOE para que las cosas no vayan como le gustaría a Pepe Blanco? En primer lugar, que la crisis se ha desatado de tal modo que pone en riesgo el resultado, cuando desde Ferraz le habían advertido a Touriño de que convocase a finales del año pasado para evitar precisamente riesgos. En segundo lugar, sucede que alguien ideó una campaña presidencialista olvidándose de que no tenía a Obama, de modo que un partido que en marketing es tan eficaz como la Coca-Cola se encuentra ahora sin la chispa de la vida. Y en tercer lugar también pasa que todo eso da pie a enfrentamientos internos que en cualquier momento pueden saldarse con un golpe de efecto de Blanco, a quien podrán discutírsele muchas cosas pero no que no sepa ganar elecciones.

Esta delicada situación del candidato del PSOE es lo que explica que el BNG trate a su socio del bipartito casi como si fuera un hermano más del frente que capitanea Anxo Quintana. Y en eso también está siendo determinante la mediación de Pepe Blanco, a quien Touriño ya puede estarle agradecido por todo lo que hace para salvarle la cara.