Al médico Bustamante lo enchufaron porque era el marido de la hoy conselleira de Sanidad

En primer plano, Pilar Farjas.
En primer plano, Pilar Farjas.

La autora, líder socialista en A Coruña, analiza el "escandaloso" caso del ascenso del marido de una conselleira en Galicia. Y lo ve en clave de nepotismo, enchufismo y fiasco.

Al médico Bustamante lo enchufaron porque era el marido de la hoy conselleira de Sanidad

La autora, líder socialista en A Coruña, analiza el "escandaloso" caso del ascenso del marido de una conselleira en Galicia. Y lo ve en clave de nepotismo, enchufismo y fiasco. 

Cuando allá por septiembre de 2010 se hacía pública la decisión del tribunal que debía nombrar al Jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva del CHUS el escándalo fue mayúsculo, no sólo en la comunidad médica compostelana sino en toda Galicia. La elección para el puesto de Manuel Bustamante -marido de la entonces gerente del SERGAS, Rocío Mosquera-  se convirtió en la comidilla del mundo sanitario gallego, llegó al debate parlamentario y llenó páginas de periódicos, al menos en la información local de Santiago, donde el nombramiento ocupó un lugar central del interés mediático durante semanas.

Sin embargo el asunto había quedado sepultado por la actualidad mientras dormitaba en los pasillos judiciales y es ahora cuando la sentencia del TSXG lo devuelve a la portada de los periódicos con mayor crudeza si cabe, dado que la señora Mosquera fue ascendida una vez que su mentora –Pilar Farjas- era nombrada Secretaria de Estado. Si el nombramiento del marido de la Gerente del SERGAS causó malestar y estupor en el mundillo sanitario, la anulación de dicho nombramiento salpica ahora de lleno a la Conselleira de Sanidade y, por tanto, al presidente Núñez Feijoo.

Es cierto que el ascenso de Bustamante a la Jefatura de Servicio nunca dejó de “ser noticia” en el CHUS y en la propia ciudad de Santiago. En Compostela la Medicina es casi una tradición y lo que sucede en el hospital universitario no queda jamás “intramuros” y menos cuando afecta a profesionales de la relevancia de este caso. Manuel Bustamante fue nombrado Jefe de Servicio por delante de Evaristo Varo, - reputado cirujano, jefe de trasplante abdominal y durante 16 años superior directo del marido de la Conselleira - y ganó también al catedrático de la USC Miguel Cainzos cuya experiencia y reconocimientos nacionales e internacionales no cabrían en diez post como este. Citando textualmente la sentencia que anula el ascenso, el tribunal del SERGAS “se apartó de pautas objetivas” para designar al candidato que, obviamente, tenía menos méritos.

El auto del TSXG es un varapalo en toda regla al procedimiento utilizado, a quienes en él participaron y, por supuesto, a sus responsables políticos: Rocío Mosquera, Pilar Farjas y Alberto Núñez Feijoo. La exposición que hacen los magistrados no puede ser más cruda ni más esclarecedora. Falta de objetividad, desvío de poder, cheque en blanco.. En lenguaje común, a Bustamante lo enchufaron porque su mujer era la máxima responsable del SERGAS y en ello colaboraron personal técnico y altos cargos directamente nombrados por el binomio Farjas-Mosquera.

El marido de Cospedal

El escándalo de la sanidad salpica ya al presidente de la Xunta, empeñado en tapar las vergüenzas de su conselleira, probablemente porque no podría negar que conoció y fue consciente del nombramiento y del revuelo que le siguió. La sentencia se conoce al mismo tiempo que la noticia de que la Fiscalía investiga posibles irregularidades en el contrato del marido de Cospedal en Liberbank; López del Hierro podría haber cobrado de la entidad desde 2011 aunque su contrato no fue efectivo hasta 2013. Dinero negro, fraude…

La honestidad y la honorabilidad de los cargos políticos no afecta sólo al ejercicio del cargo ni a la transparencia en el mismo. El marido de una presidenta autonómica –y Secretaria General del PP- no puede cobrar en negro y, si se demostrase esta acusación, Cospedal no debería seguir en el cargo. ¿Cómo va a decirle a los castellano manchegos que paguen impuestos o que deben sacrificarse si su marido esconde sus beneficios a la Hacienda Pública?.

Y después de una sentencia como la hecha pública esta semana a la conselleira de Sanidade no le queda otra salida que la dimisión. ¿Cómo va a decidir, planificar, organizar o tomar decisiones sobre el SERGAS tras quedar de manifiesto que enchufó a su marido a un puesto para el que había personas con mayores méritos?. En realidad, la dimisión debería alcanzar también a quien supo y consintió el desatino: la entonces conselleira Pilar Farjas. Los españoles y los gallegos llevamos dos años escuchando que somos punto menos que timadores, que abusamos del sistema público de salud, que los pensionistas malgastan las medicinas, que las madres llevamos demasiado a nuestros hijos a Urgencias.. dos años escuchando que tenemos una Sanidad quebrada porque vivimos “por encima de nuestras posibilidades”. Y ahora resulta que las únicas que no estaban a la altura eran, precisamente, ellas.

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