María José Rivera: "Soy pesimista respecto a lo que le puede pasar a este planeta"

María José Rivera. / Cedida
María José Rivera. / Cedida

La escritora confiesa que quiso escribir Jaque al manipulador como una llamada de atención ante el destrozo medioambiental y considera obvio que no hay demasiado interés en las energías renovables hasta que no se agoten las fósiles.

María José Rivera: "Soy pesimista respecto a lo que le puede pasar a este planeta"

¿Por qué a las energías limpias les está costando tanto imponerse? Esta pregunta es la base de la novela Jaque al manipulador, la nueva obra de María José Rivera, Doctora y Catedrática de Matemáticas. Rivera ha compartido su labor docente y de investigación con su pasión por la escritura. Su primera novela, Harmattan, fue finalista del X Premio de Novela Fernando Quiñones 2008. Siguieron Noches de Obon (2013) y Luz de los muertos (2015). Fue co-autora de Las mil y una Hipatias (2011). Premio Relato Corto Antonio Gutiérrez de Cerezo 2013 con Encalmada. En Eres la luz de mis ojos (Casiopea, 2016), se estrenó en la novela histórica inspirándose en el Egipto colonial durante la construcción del Canal de Suez. Con Jaque al Manipulador se interna en la novela de intriga y tengo el placer de habalr con ella sobre el proceso de escritura, el medio ambiente o su próxima novela.

— ¿Qué hace una Catedrática de Matemáticas en un sitio como es el arte de la escritura?

A mí me gustan las dos cosas. Cuando tuve que elegir una carrera estuve pensando en hacer Periodismo o Matemáticas pero me pareció que mis aptitudes eran mejores para la de matemáticas. Cuando alcancé un estatus profesional en el que ya no podía ir más allá me dije que ahora podía plantearme el hacer lo que yo quisiera y lo que quería era escribir. Me apunté a cursos de escritura y poco a poco fui despegando. En un principio creí que iba a escribir relatos cortos pero luego me di cuenta de que lo mío era la novela y he ido escribiendo con mayor o menor fortuna. No es lo mismo estar en Alianza Editorial que es cuando yo gané un premio allí que irte a otras editoriales menos fuertes pero mi única ambición es que me publiquen y nunca autopublicar, ahí me he puesto una línea roja. Ahora mismo estoy con Ediciones Casiopea, esta es la segunda novela con ellos y estoy muy contenta.

— ¿Un escritor siempre tiene que tener el apoyo de una editorial mas que navegar en solitario?

Las editoriales son imprescindibles para publicar, para escribir no. Eso sí, si algún día ya no me publican quizá ya no me entren ganas de escribir. Evidentemente, tener una editorial y ser escritor de una editorial es un lujo asiático, eso es lo mejor que le puede pasar a un autor, pero son muy pocos. Por el momento he ido viendo mis novelas publicadas en editoriales pequeñas y ahora mismo intento fidelizarme con Ediciones Casiopea. Con que me publiquen me conformo porque, en mi caso, me gano el pan en otro sitio.

— ¿Cuál fue tu proceso de trabajo para escribir Jaque al manipulador?

El proceso de buscar información para mí es el más sencillo y más placentero porque estoy acostumbrada a estudiar, a buscar cosas, a buscar artículos... Ahí me muevo bien. Lo más importante fue enterarme de que existía el fracking y ocurrió en 2011 en un programa de radio cuando escuché hablar a un corresponsal en EE UU que venía de Pensilvania y se había encontrado un paisaje desolador. Es entonces cuando busqué información, pregunté a gente que podría saber más que yo sobre pros y contras del fracking y puse todo ello sobre una historia. Me cuesta empezar pero cuando ya he encontrado un principio, la cosa fluye y lo que sí tengo claro es el final de la historia, a dónde quiero ir.

Jaque al manipulador.

Jaque al manipulador.

— Estamos aún de resaca por las recientes elecciones europeas y se ha echado un poco en falta que algún partido político pusiera el foco en temas medioambientales lo que se traduce también en que hay cierta desidia por parte de la prensa para mantener un canal de información activo sobre cómo evoluciona esto de las energías renovables. ¿Qué opinas de todo ello?

Cuando uno va a escribir una novela debe tener una idea de hacia dónde va. En mi caso tengo que tener también una motivación, hasta que no tengo una motivación que me apasione, soy incapaz de escribir. En el caso de esta novela empece a escribirla porque soy profundamente pesimista con lo que pueda pasar con este planeta. Encuentro que lo estamos destrozando y en los últimos años esto es evidente: la invasión de plásticos, la desaparición de las energías fósiles, la desidia que tenemos por encontrar nuevas energías, la cantidad de contaminación... El destrozo que estamos haciendo con este planeta es brutal. Simplemente lo que he querido hacer es una llamada de atención porque el problema que trato es el del fracking pero evidentemente la tesis es que hay manipulación para que los poderes públicos no vean lo que está pasando, manipulación por parte de las empresas y de sus intereses.

Estoy muy preocupada y no solamente yo, hay un gran pesimismo en todo el mundo y hay un factor importante: hace unos años cuando se hacían novelas o cosas de ciencia ficción o ciencia espacial, lo que se pretendía fundamentalmente era encontrar vida en otros planetas, esto era fundamental, y si encontrabas esa vida ya muy evolucionada y a un extraterrestre maravilloso, pues estupendo. Lo que se trataba era de encontrar incluso solamente agua. Hace una temporada ya nadie habla de eso, de lo que se habla ahora es de encontrar planetas fuera de nuestro sistema solar que tengan unas condiciones de vida aceptables para cuando nos hayamos cargado este planeta podamos irnos a vivir allí. Es decir, se da por hecho que un día este planeta va a desaparecer, pero no de manera natural como van muriendo otros astros poco a poco, sino porque nos lo estamos cargando. Creo que hay un gran pesimismo respecto a lo que estamos haciendo y nadie es capaz de parar los pies al otro, nadie. Esa fue mi motivación. Y la desidia con las energías renovables es obvia y es obvio que no hay demasiado interés en ellas hasta que no se agoten las fósiles, pero para entonces quizá sea demasiado tarde.

— A juzgar por tus novelas anteriores es un poco difícil enmarcarte en un género concreto, ¿tienes un género literario que te atraiga más que otro?

No especialmente. He escrito dos novelas intimistas y de hecho la siguiente también será de tipo intimista. He escrito otras dos no intimistas, una medio novela histórica sobre la construcción del Canal de Suez y otra es esta por otro motivo totalmente diferente. Solamente sé sobre lo que no voy a escribir: novelas de misterio no haré nunca, las leo pero no estoy dotada para eso; y tampoco escribiré un relato sobre una señora que está metida en su casa y a raiz de ahí la pasan cosas, yo necesito cambiar de espacios, necesito viajar… Por otro lado no me importaría nada meterme con el género político.

— Entonces ya tienes en mente tu próxima novela.

Sí, ya tengo prácticamente el primer borrador de la siguiente. Me costará pulirlo pues tardo mucho desde que tengo la idea hasta que veo el final ya que corrijo mucho, me gustan que salgan bien. Es en ese proceso de corrección cuando empiezo a pensar en otra próxima novela.

— ¿Nos puedes decir de qué va o qué puntos tocas en esa novela?

Esta es más intimista. Trata sobre una persona que por una serie de circunstancias piensa que está loco. No me gustaría contar de más… pero sí tiene que ver con ciertas cosas que a mí me han llamado la atención en dos escritores fundamentales de la literatura universal, uno es Dante y el otro es Cervantes. Entre ellos hay algo en común y que es el amor, mucho mas que platónico, cada uno por una dama diferente.

— Has nombrado a dos autores, lo que me lleva a la última pregunta ¿tienes algún autor de cabecera?

Me gustan mucho las novelas del siglo XIX, me he leído todo Dostoievski, a quien considero un creador de personajes increíble. También literatos importantes que escribieron obras relacionadas con las matemáticas por ejemplo Chejov,  con un relato corto maravilloso titulado ‘El preceptor’ sobre el paso de la aritmética al álgebra, Lewis Carroll, Dino Buzzati con su relato ‘Los siete mensajeros’, Borges y su pasión por los infinitos, Perec, con ‘La vida instrucciones de uso’ o el propio Dante, cuyo universo es un adelanto del universo sencillo que construyó Riemann sobre la hiperesfera en un espacio de dimensión cuatro. La novela inglesa moderna de Martin Amis, McEwan, Ishiguro y Barnes. Pero ¿preferidos? a mí me gustan los que escriben bien. @opinionadas

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