La cuádruple hélice

Parque Tecnolóxico de Galicia, en San Cibrao (Ourense). / Páxinas Galegas
Parque Tecnolóxico de Galicia, en San Cibrao (Ourense). / Páxinas Galegas
En la cuádruple hélice, las políticas de innovación reconocen el papel relevante desarrollado por la sociedad civil organizada, de cara a la fijación y a la obtención de metas y objetivos.

Ya quedan pocos gobiernos que no hayan constituido grupos de expertos para el periodo del post-Covid. La mayoría de ellos acaban recomendando acciones relacionadas con la triple hélice. Esto es, definen los procesos de recuperación e innovación a través de las interacciones entre universidades, empresas y gobierno. Bajo este modelo, la universidad actúa sobre el desarrollo del conocimiento; la empresa posee la experiencia de la aplicación práctica de las acciones; y los gobiernos desarrollan las políticas públicas para financiar y para minimizar las dificultades en las dinámicas de implementación de la cultura de innovación. Dicho concepto, el de la triple hélice, nacido a finales del siglo XX, ha servido para incrementar la cooperación entre actores, a pesar de la existencia de intereses y objetivos divergentes entre los mismos. Vale, pues, para acelerar y evidenciar los distintos niveles de sensibilidad en relación a los diferentes contextos históricos.

Este modelo de la triple hélice fue moldeado recientemente por las nuevas fuerzas emergentes, derivadas de los cambios de paradigmas, dando pie al nacimiento de la cuádruple hélice. Esto es, asociado al nuevo rol que desempeñan las industrias creativas; la cultura; y el nacimiento de valores y los estilos de vida de hoy en día. De esta manera, en la cuádruple hélice, las políticas de innovación reconocen el papel relevante desarrollado por la sociedad civil organizada, de cara a la fijación y a la obtención de metas y objetivos.

La nueva hélice resulta de la combinación de cuatro perspectivas: la universidad, la empresa, el gobierno y la sociedad civil organizada. La Comisión Europea había adaptado dicha apuesta por medio de las políticas públicas enmarcadas en las Guías RIS3 (Guide to Research and Innovation Strategies for Smart Specialisation) en donde se describe un conjunto de principios generales en relación a la forma de como las estrategias de innovación deben ser desarrolladas a nivel regional. Se trata de que los usuarios de la innovación puedan estimular y cooperar en el proceso de desarrollo de los productos y de los servicios.

De los desarrollos derivados de la aplicación de la Triple Hélice han salido los Parques Científicos y Tecnológicos. El caso del Parque Tecnológico de Galicia (1988), ubicado en Ourense es la mejor demostración de lo reflejado. Desempeñaron un papel muy activo en el desarrollo local y regional; estimulando los flujos de conocimiento y tecnología entre la Universidad y la empresa; facilitando una mayor comunicación entre empresas, técnicos y emprendedores; y generando un ambiente o atmósfera social que ha fortalecido la cultura del emprendimiento y creatividad. En la actualidad, la sociedad civil participa en la dinámica de la innovación, incluidas en las distintas formas de comercialización para poder responder a los nuevos patrones de comportamiento. Todos contribuyen a crear valor en el ecosistema de la innovación y, de esta manera, se identifican los diferentes niveles de interacción (empleos; suministros locales y relaciones de proximidad; actividades científicas, culturales y deportivas; y redes y contratos entre las empresas locales).

La Covid-19 ha transformado el mundo. Sabemos que atravesamos la recesión más profunda en tiempos de paz de los últimos cientocincuenta años. Su impacto no ha sido uniforme y las pandemias pueden producirse y reproducirse. Sabemos que los Estados son quienes tratan de hacerse cargo de casi todo cuando suceden; y coordinar una acción internacional parece muy difícil de lograrse. Lo evidente es que quedan fuertes cicatrices que adoptarán la forma de aumento del paro, ensanchamiento de las brecha de las desigualdades, empresas quebradas, pérdidas de producción y de productividad; aumentos del déficit y de las deudas púbicas. Ante la nueva realidad, hay que retomar las vidas; y la mejor forma de hacerlo es que los equipos de consultoría o los grupos de expertos incluyan a la sociedad civil organizada en la elaboración de sus propuestas y de las acciones tendentes a la re-definición de un nuevo mundo más seguro, cooperativo y sostenible, y con mayor control social. Y aquí es donde radica  la fortaleza de los planteamientos basados en la cuádruple hélice. @mundiario

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