Un juez pide la detención de la expresidenta Cristina Kirchner por traición a la patria

Cristina Fernández de Kirchner, expresidente de Argentina. Clarín.
Cristina Fernández de Kirchner, expresidente de Argentina. / Clarín

La autoridad ha pedido al Congreso de Argentina que apruebe una orden de prisión preventiva para la exjefa de Estado por traición a la patria y encubrimiento agravado.

Un juez pide la detención de la expresidenta Cristina Kirchner por traición a la patria

Un vendaval político y judicial pone a temblar a Argentina. Cristina Fernández de Kirchner está -una vez más- en el ojo del huracán. Un juez ha procesado y pedido al Congreso allanar la inmunidad parlamentaria de la expresidenta –recién juramentada como senadora- y ordenar prisión preventiva por presunta traición a la patria y encubrimiento agravado.

La medida, solicitada por el magistrado Claudio Bonadio, ha sido puesta en marcha en el marco de la investigación que pretende descubrir si el Gobierno orquestó un plan criminal para encubrir a los responsables del atentado terrorista contra la mutual judía en Buenos Aires, Amia, que dejó 84 muertos en 1994. La polémica causa había permanecido dormida en el despacho de Bonadio, pero en el 2015, cuando el actual presidente, Mauricio Macri, llegó a la Casa Rosada, todo cambió.

Según Bonadio, su solicitud contra Kirchner responde a las conclusiones de la avanzaba investigación del fiscal Alberto Nisman, quien apareció muerto de un disparo en la sien en su casa un día antes de presentar sus conclusiones en el Congreso; y ya había acusado directamente a la entonces presidenta, al canciller y a otros funcionarios de conocer y proteger a cinco iraníes sospechosos de ser los autores intelectuales del peor ataque de la historia de Argentina, a cambio de beneficios económicos.

Al parecer, Nisman, había encontrado una pieza clave del rompecabezas: los sospechosos del atentado a la Amia tenían en 2013 un pedido de captura internacional cuando el gobierno de Kichhner firmó con Teherán un memorando que los habilitaba a interrogarlos en territorio iraní, de acuerdo a información reseñada por el diario español El País.

Bonadio impuso también a la senadora un embargo de 50 millones de pesos (2,9 millones de dólares).

En ese sentido, el Gobierno ha defendido que presentó el acuerdo como “la única posibilidad de avanzar hacia la verdad de lo sucedido en la mutual judía”, aunque Nisman concluyó todo lo contrario. Para el fiscal, este hecho fue en realidad "un impedimento o estorbo de un acto funcional e incumplimiento a los deberes de funcionario público". Sin embargo, Nisman, dejó el caso a medias y ahora Bonadio – que ya había sido apartado de la investigación del atentado en 2005- busca hacer rodar la cabeza de los responsables.

De hecho, otros exaltos cargos kirchneristas, ya han quedado procesados y han sido detenidos. Entre ellos figuran importantes nombres como el del exsecretario de Legal y Técnica durante los 12 años del kirchnerismo, Carlos Zannini; el militante kircherista Luis D'Elia, el líder islámico Jorge Alejandro Yussuf Khalil y el dirigente social Fernando Esteche. Lo propio ocurrió contra el excanciller Héctor Timerman, para quien se dictó prisión preventiva por enfermedad, al igual que al exjefe de los espías Óscar Parrilli y al legislador Andrés Larroque.

Pero el caso de Kirchner es más complicado. La exmandataria acaba de jurarse como senadora por lo que, claro está, goza de un beneficio de inmunidad parlamentaria. Lo que significa que ahora la suerte de la expresidenta está en manos de la Cámara alta, que sesionará a partir del 10 de diciembre con los nuevos senadores. Para ello la instancia cuenta con 180 días para decidir, y para que la solicitud de Bonadio avance será necesario contar con los votos positivos de 2/3 de la Cámara, es decir, 48 senadores.

Kirchner, encabeza un bloque minoritario de apenas ocho senadores. El oficialista Cambiemos cuenta con otros 25 legisladores, por lo que la decisión final depende del interbloque Argentina Federal, que tiene otros 25 senadores y es liderado por el peronista Miguel Ángel Pichetto, quien a pesar de estar alejado de la exjefa de Estado, ya ha adelantado que el pedido de Bonadio será rechazado. "En esta instancia procesal no hay ningún impedimento para que la justicia avance. La gran mayoría considera que no procede el desafuero", dijo el senador.

Lo cierto es que este último golpe de la justicia llega para debilitar –aún más- a una asediada Cristina Fernández de Kirchner, quien desde su salida de la Presidencia ha estado en la cuerda floja debido a distintas causas legales, entre ellas varias por presunta corrupción y lavado de dinero.

Para la expresidenta, los ataques no son más que un gran invento que buscan impedir que levante la voz en el Senado. “Me quieren callada, pero no me van a asustar”, señaló la senadora tras conocer la sentencia de Bonadio. “Es una causa inventada sobre hechos que no sucedieron, no hay hechos, no hay delito, esto es despropósito que viola el Estado de derecho y busca provocar daño personal y político a los opositores. No tiene nada que ver con la justicia ni con la democracia. Bonadio lo sabe y Macri lo sabe”, insistió. “Sí quiero decirles que no van a tener resultado y que voy a seguir haciendo lo que siempre hice, que es defender los intereses de las grandes mayoría nacionales”, concluyó Kirchner. @mundiario

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