Señales subjetivas, de José María Molina Caballero

Portada. Señales subjetivas, de José María Molina. Editorial Ánfora Nova
Portada de Señales subjetivas, de José María Molina Caballero. / Editorial Ánfora Nova

El compromiso de José María Molina Caballero en esta obra de profunda interrogación y reflexión sobre lo que emociona, resulta ser de una tenacidad insobornable.

Señales subjetivas, de José María Molina Caballero

Hablar sobre la labor a favor de la palabra escrita de José María Molina Caballero, con compromiso seleccionador, desde largos años de vivencia poética y literaria y una realidad titulada Ánfora Nova (30 años de vida poética cumple en este 2019), significa pórtico poético y literario bien tallado. Justo resulta reconocer su andadura con esmero en amplio campo abierto, que ilumina y florece el merecido espacio de la cultura de la palabra desde su rico mirador de Rute con importante propiedad, sin fronteras costumbristas.

Nos asomamos al paso del tiempo

de puntillas y vemos el destino

escaparse por la puerta trasera

del crucigrama de la sinrazón.

En esta granada cosecha creadora, podemos encontrar el universo  de  sus versos entre los espacios de las adecuadas interrogaciones de áreas meditadas. Señales subjetivas, continente y contenido donde nos va mostrando la imagen desnuda, sus actitudes en el palpitar de una existencia recordada con el calor de lo vivido.

Me acosas, me persigues, me doblegas

con  tus aristas de coral punzante

y voz fracturada de derrotas.

Tejido poético meditado y creador, sin estridencias y amiguismos. Nada de confundir la poesía con el elogio de sí mismo. Denso libro que muestra la riqueza de una sucesión de poemas de una obra ausente de apresurada subjetividad. En la que expone una rica percepción e inquietante meditación sobre el hombre y el poeta envuelto en  “su preciosa obra”,  como señala Mayor Zaragoza en un sentido y esplendido prólogo.

Del agua  brotan ecos y caricias

con sus manos de espuma refulgente

en los destellos de las horas turbias.

El  agua yace mar en tus en tus entrañas

y te atrapa, te vence y te diluye

En los poros de la memoria fría.

El protagonista de esta historia viva de pasiones y deseos, afirma que “el pasado no existe como era”, de ahí “los espejos de la memoria rota”. Son el amor y el ardor, quienes triunfan o fracasan en el empeño. Los golpes torpes de la existencia, luego:

Es mejor perdonar a nuestros errores

en las esquinas del sol acechante.

Es mejor esquivar los golpes torpes

de la existencias con los calendarios

de las horas furtivas del olvido.

El compromiso de José María Molina Caballero en esta obra de profunda interrogación y reflexión sobre lo que emociona, resulta ser de una tenacidad insobornable. Continuidad que transmite, seguridad e inquietud, al compás de sus medidos versos, en función de la temática de cada poema, en los cuatro capítulos que componen las columnas que sostiene la versificación expresiva. La razón del ser, el amor:

 La belleza     nos mira con el aire

y sus caricias de sedosos dedos,

acoge nuestras almas, nos cobija

y en sus labios frondosos reconforta,

abrazos de agua con luz renovada

en el silencio de las horas tenues.

La metáfora  poética de Señales subjetivas es fruto del dominio en el verso constante que embriaga. Y me pregunto si a esta metáfora en el verso de Molina Caballero, no le viene al pelo la frase de la genial pensadora abanderada de la metáfora María Zambrano, “No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero”.

Tomemos como cierre de esta reseña, los tres cuartetos en versos endecasílabos de su poema El viento insobornable de las horas. Una exposición más de la riqueza e integridad del poeta, y de su incansable belleza y realismo de su nueva obra, Señales subjetivas:

Resulta conveniente no encontrarse

en las dudas de nuestros horizontes,

huellas sin recibir la luz preciada.

De la verdad del tiempo y sus arpegios.

Resulta conveniente sopesar

si estamos preparados para luchas

y estigmas con semillas de zozobra

en la red traicionera de la vida.

Resulta conveniente desterrar

las palabras sumisas de sus sombras,

restaurando los yermos calendarios

del viento insobornable de las horas.

Felicidad y  suerte a este poeta, narrador, editor, crítico literario, articulista, antólogo y crítico de arte. Fue dundador y director de la editorial y revista literaria Ánfora Nova, desde 1989. También colaborador habitual de periódicos y revistas nacionales y extranjeras. @mundiario

Comentarios