Jorge Ignacio Palma confiesa que descuartizó a Marta Calvo

Jorge Ignacio Palma se ha personado a las 3 de la madrugada en el cuartel de la Guardia Civil en Carcaixent (Valencia) para confesar que, como se sospechaba, fue él quien asesinó y descuartizó a la joven de 25 años, Marta Calvo, desaparecida el pasado 7 de noviembre.

Este hombre de 37 años es un colombiano que ya en 2008 fue detenido en Italia con nueve kilos de cocaína de alta pureza, valorada en ese país en más de 405.000 euros, delito por el que pasó un tiempo en la cárcel. En su vida en España no consta profesión ni trabajo alguno. Lo que sí se sabe es que el pasado mes de abril fue investigado en relación a la muerte de una prostituta , también en Valencia. Jorge Ignacio Palma fue el último cliente de esta mujer que falleció días después. De acuerdo con la investigación de la Policía Nacional, ambos permanecieron en una de las habitanciones de un piso del barrio valenciano de Ruzafa para mantener relaciones sexuales y consumir droga.

Jorge, el autor confeso de la muerte de Marta Calvo, ha admitido ante la Guardia Civil que descuartizó a la joven Marta Calvo y la arrojó a varios contenedores. Pero antes de su confesión y durante estos días de búsqueda, el sospechoso había limpiado a conciencia su domicilio en Manuel (Valencia), lugar donde se le perdió el rastro a Marta, y trató de desguazar su coche.

Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) encargados del caso han interrogado al hombre para que indique el lugar exacto en el que se encontraría Marta Calvo, según ha explicado el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, quien ha insistido en que la hipótesis es que Marta sufrió una muerte violenta a manos del detenido, que a las nueve y media de la mañana ha salido en una patrulla de la Guardia Civil del cuartel de Carcaixent, un pueblo situado a apenas seis kilómetros de Manuel, la localidad en la que los investigadores creen que murió la víctima.

Jorge Ignacio Palma, uan vez que se siente en el banquillo de los acusados, podría pasar 25 años en la cárcel y volver a las calles ya al inicio de su vejez. @mundiario