Un político local de Ourense aspira a igualar el reto del alcalde de Oporto
Desde Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome aspira a hacerse con la alcaldía de su ciudad, dejando a un lado a los partidos que se han ido alternando en el poder: PSOE y PP.
Desde Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome aspira a hacerse con la alcaldía de su ciudad, dejando a un lado a los partidos que se han ido alternando en el poder: PSOE y PP.
Los visionarios, aquellos que se adelantan a su tiempo, corren el riesgo de estar solos, porque llegan donde nadie hay aún. En Ourense ciudad hay un partido local, Democracia Ourensana, que en 2001, año de su fundación, irrumpió con un concepto revolucionario en España: la democracia total, una versión española de los presupuestos participativos que entonces asomaban la cabeza en Suiza, EE UU y Brasil.
El concepto era muy simple: que fueran los ciudadanos los que votaran en referéndum la mayoría de decisiones de sus vidas, en vez de delegar éstas a través de sus representantes por medio de la vigente democracia representativa.
Democracia Ourensana -y las hemerotecas lo atestiguan- fue el primer partido español en hablar de esto. Lo dicho: llegaron demasiado pronto. En esta ciudad gallega de 108.000 habitantes, Ourense, el partido local obtuvo tan sólo 284 votos en las elecciones de 2003.
Adelante a pesar del mal comienzo...
A partir de ahí, había dos opciones, abandonar o seguir, y entonces el partido decidió seguir, decidió iniciar la travesía del desierto, la travesía necesaria hasta que el mundo empezase a hacerles caso. El fundador fue muy claro en ese punto entonces: "Nuestra idea es genial, las demás ideas del partido también lo son, y cuando se tiene la razón, es sólo cuestión de tiempo".
Quien estaba detrás de todo esto era Gonzalo Pérez Jácome, el fundador e ideólogo del partido. Una versión española del self-made man americano. Jácome tenía claro un concepto: "que fluya la información". Y para que eso ocurriese, necesitaba solventar el apagón informativo que su partido sufría. Así que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Jácome invirtió su patrimonio en fundar una televisión local: Auria TV. Ourense ya podía conocer en más detalle su ideas. Y crea un personaje feticjhe: Miñoman..., medio personaje de gags, medio antihéroe que lucha contra la procrastinación de la provincia en la agenda política. Además, este canal local innova en las emisiones, repitiendo el mismo programa 24 horas al día, un nuevo concepto de redifusión que permitía que cualquier ciudadano viera el programa a cualquier hora.
Llegan al Concello
En las siguientes elecciones, Democracia Ourensana multiplicó por 7 sus votantes, pero no fue hasta 2011, con 4.529 votos en Ourense, cuando consiguen dos concejales. Para mayo de 2015 ya cabe una pregunta: ¿es posible que un voto masivo lleve a Jácome a la alcaldía?
Llegando al fin de la travesía del desierto, a partir de ahí, cambia todo. Su partido revoluciona el Concello: 6 denuncias penales contra el grupo de gobierno por corrupción y Jácome se convierte en el azote del concello. Todos los partidos le temen por igual. Los ciudadanos ya no están indiferentes, los plenos se emiten por televisión a todas horas, una especie de reality show político, un Gran Hermano en el ayuntamiento, algo muy inusual en nuestro país.
Colaboración con la Fiscalía
La intervención decidida del partido en asuntos de la vida municipal –ha llevado a la Fiscalía una multitud de facturas tras reclamar información sin éxito– adquiere eco y resonancia posterior en los espacios de tertulias y comentarios a pie de calle, las difusiones de los plenos desnudan a los representantes públicos de la capital, que otrora fueran poco más que fotografías bajo siglas y las notas de prensa.
Su total indepèndencia, más que clara en el sentido de que se ha opuesto a los dos partidos del poder, dio pie a que fuese tentado sin éxito por Ciudadanos, que con artes dudosas se ha llevado a la edil de Democracia Ourensana a su terreno. Jácome posee una imagen de ciudadano preocupado por su ciudad más que de político, y un sentido común -sobre todo respecto a los gastos del Concello- que no casa con la imagen de loco que quieren dar de él sus oponentes.
Por delante de Podemos
En su partido confluye todo lo mágico y atractivo que propone Podemos y el colectivo 15-M, pero sus ideas son muy anteriores y no tienen ninguna de las taras y cargas ideologícas de estos grupos. Democracia Ourensana sí que está lejos de la famosa casta y no muestra complejos para hablar en castellano -como hacen indistintamente con el gallego los ciudadanos ourensanos-, huyendo del gallego impostado de salón que se practica en ciertos ambientes de la política gallega.
Asimismo, tampoco arrastra los clientelismos ideológicos de Pablo Iglesias ni sombras de totalitarismos, aunando a su magnetismo personal unas enormes dosis de fino humor que refleja en comentarios y actitudes que descolocan a sus oponentes y a los más obtusos que tienen que caer en el insulto más zafio para poder justificar su falta de miras.
Perfil de Jácome
Jácome estudió en una universidad norteamericana, algo muy palpable en algunos de sus conceptos teóricos. EE UUU es una sociedad a la que sin recato ni falso pudor admira en aspectos de peso. Pero él se considera autodidacta en casi todo. Con 45 años, se jacta de haber fracasado en casi todo en la vida: de tanto que es capaz de reconocer un fracaso antes de que llegue. Pero esta vez, a las puertas electorales del 24 de mayo, no huele ese fracaso. Jácome ha hecho de la derrota su filosofía de vida, y rescata a los clásicos: "nada es tan nostálgico como la victoria, excepto la derrota".
"En los negocios me ha ido bien, pero no despunté, porque siempre estuve más interesado en analizar los porqués que en ganar dinero en una venta", asegura.
Jácome es un hombre polifacético, amante de la música y el deporte, y fue el primer español en cruzar el charco para participar en la subida al Empire State Building en 2002. También fundó la subida al hotel Bali, la carrera de escaleras más antigua de Europa.