Irán exhorta al FMI a concederle un préstamo de emergencia contra la pandemia
A pesar de ser un Estadio paria, considerado así por el principal factor de poder global acérrimo enemigo de la expansión persa en Medio Oriente y en las zonas de influencia geopolítica de la maquinaria occidental de Estados Unidos, Irán insiste en solicitarle al principal polo de poder financiero occidental, controlado por EE UU y con sede en Washington, un crédito especial para hacer frente a una crisis sanitaria que, con la misma fuerza bélica que la Casa Blanca insinuó contra Teherán, hoy pone en jaque a su Gobierno y a su población.
Y es que el presidente iraní, Hasán Rohani, exhortó este miércoles al Fondo Monetario Internacional (FMI) a concederle a su país, entre los más afectados por el nuevo coronavirus (sexto en la lista mundial de casos de contagio de Covid-19) un préstamo de urgencia de 5.000 millones de dólares que había pedido para luchar contra la pandemia.
Venezuela, aliado ideológico y diplomático de Irán, ya le había solicitado al FMI un préstamo también por 5.000 millones de dólares, pero el organismo rechazó la petición ante la baja o nula solvencia que registra en su negativo historial de crédito el gobierno de Nicolás Maduro, que enfrenta una abultada deuda externa por el orden de los 160.000 millones de dólares, aunado al hecho de que EE UU, principal contribuyente del FMI, busca sacar al que denomina como "régimen comunista de Maduro" del poder absoluto en ese país sudamericano.
"Exhorto a todas las organizaciones internacionales a asumir sus responsabilidades", dijo Rohani durante el consejo de ministros. "Somos un miembro del FMI, si hubiera discriminación entre Irán y otros para la concesión de créditos, ni nosotros ni la opinión pública general no lo toleraría", añadió, en unas declaraciones retransmitidas por la televisión.
La posición de Teherán, principal potencia geopolítica, militar y nuclear en Medio Oriente y el mundo, es clara al afirmar que la comunidad internacional debe dejar de lado los sesgos políticos hacia el riesgo potencial que representa Irán para la estabilidad y la seguridad mundial, para ayudar a su gobierno a controlar una pandemia que tiene en vilo a su población.
Irán anunció el 12 de marzo haber recurrido al FMI, a quién, de forma muy excepcional, Teherán dijo haber pedido ayuda contra la Covid-19, pues el gobierno persa se ha mantenido al margen y en postura crítica a esa institución durante años por estar conectada con los cánones del sistema-mundo instaurado por EE UU; el capitalismo y el neoliberalismo.
Teherán no ha recibido más ayuda del FMI desde un crédito que se le concedió entre 1960 y 1962, antes de la proclamación de la República Islámica en 1979, según datos de la institución. "Nuestro banco central pidió acceso inmediato" a un Instrumento de Financiación Rápida (IFR) del FMI, declaró el 12 de marzo el ministro de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, en Twitter. @mundiario
