El Ficcionario introduce el sexo en la cabeza y la cabeza en el sexo

La actividad cerebral del 'obsexo' guarda estrecho parecido con la del alcohólico o drogadicto.
La actividad cerebral del 'obsexo' guarda estrecho parecido con la del alcohólico o drogadicto.

El deseo sexual forma parte de una vida saludable y placentera, pero si llega a ser tan recurrente e intenso que interfiere con el trabajo, el estudio o las relaciones personales se convierte en una peligrosa obsesión.

El Ficcionario introduce el sexo en la cabeza y la cabeza en el sexo

No es habitual que el Ficcionario hable de sexo ni, mucho menos, que le obsesione el tema. Pero esta semana no ha podido sustraerse a ello y contener la correspondiente pulsión. Como tampoco ha podido evitar ocuparse de las bulas papales, de los bulos terrenales y del Pazo de Meirás.

obserbable. Propiedad de que goza el habla dialectal de los asturianos cuando la escuchamos de sus voces o vemos la letra escrita de su puño, tantas veces levantado.

obsexión. Inversión patológica de la conducta consistente en tener, mucho más tiempo de lo normal, el sexo en la cabeza y la cabeza en el sexo. La obsexión se produce cuando semejante desfiguración genitaliza por completo la mente y la convierte en esclava del sexo. El comportamiento y el deseo sexual forman parte de una vida saludable y placentera, pero si la preocupación por el sexo llega a ser tan recurrente e intensa que interfiere con el trabajo, el estudio o las relaciones personales hasta el punto de que el impulso sexual no puede controlarse, entonces estamos ante una conducta adictiva que, como cualquier otra, puede comportar graves consecuencias. De hecho, las imágenes cerebrales revelan que en tres regiones específicas el funcionamiento del cerebro de un adicto al sexo es muy parecido al de un drogadicto o un alcohólico, aunque no exista una estimulación química externa similar. El sujeto afectado será capaz de cualquier cosa con tal de saciar su pulsión; sin embargo, quedará permanentemente insatisfecho y aunque quiera frenar su obsexión, le resultará imposible hacerlo. Caracteriza, pues, al obsexo el hecho de que no busca el sexo por disfrute y placer, sino por la necesidad fisiológica de reducir el malestar relacionado con la dificultad de controlar su adicción. Un malestar que además se puede agravar si, como consecuencia de sus presupuestos morales, aparece el sentimiento de culpa. En el extremo opuesto, si por el contrario se espiritualiza la genitalidad, entonces no hay sexo ni, por tanto, obsexión: hay una sublimación contra natura que puede terminar manifestando formas de conductas sexualmente desviadas. Es el caso (tal y como lo documentó de manera impecable el periodista Pepe Rodríguez en su libro La vida sexual del clero) de no pocos miembros de la clase sacerdotal que, educados para ser santos y habiendo de convivir, no obstante, con la insuprimible condición sexual de su cuerpo, acaban burlando las barreras sacramentales que coartan la expresión de tan natural instinto. Nada que objetar, si no fuera que por estar sometidos a esa doble condición, psicológicamente tan torturadora, la expresión de su sexualidad se convierte en una práctica hipócrita, reprimida, clandestina y en ocasiones hasta delictiva.

obsolexcencia. Carácter anticuado de una ley, que ya no resulta adecuada a las circunstancias del momento. Si es muy coqueta puede, incluso, hasta molextarse, aunque lo natural es que la evolución social y el paso de los años hagan aconsejable su actualización.

obstrhuir. Impedir el paso, cerrando una vía o camino, a alguien que pretende huir.

obular. 1. Producir el papa documentos en los que constan ciertas dispensas. Quizá las dispensas más escandalosas de todas hayan sido las indulgencias, una estafa de proporciones bíblicas orquestada por la Iglesia para sacarles los cuartos a los crédulos creyentes que podían permitirse pagar importantes cantidades de dinero y así evitar el infierno al que les condenaban sus pecados. De modo que, claro está, cuanto más dinero tuvieras más podías pecar. 2. Acción por la que cada 28 días las mujeres en edad de mentir fabrican un bulo. Los hombres, por el contrario, no están sujetos a dicha restricción: pueden obular todos los días del mes que quieran.

octaba. Composición poética en ocho versos dedicada al astrágalo, hueso del pie.

ociología. Estudio al que se reduce la Sociología cuando se le cae la ese. He podido comprobar por mí mismo que no faltan alumnos cuya pretensión principal es tumbarla desde el principio de curso.

ocional.  Lo que puedes elegir hacer en tus ratos de ocio, incluido no hacer nada.

ocupazión. Toma de posesión de un pazo, invadiéndolo o instalándose en él. Como sucedió el pasado 30 de agosto, cuando una veintena de activistas pertenecientes al Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Galiza Nova entraron en el Pazo de Meirás y, en un gesto de ocupación simbólica para que sea devuelto al pueblo, desplegaron unas pancartas en las que se podía leer: "Que nos devolvan o roubado! Franquismo nunca máis!!!". Este palacete coruñés de estilo romántico fue propiedad y lugar de residencia de la escritora Emilia Pardo Bazán, cuyos descendientes lo pusieron a la venta. Al acabar la Guerra Civil, una asociación afín al régimen franquista puso en marcha una colecta forzosa de donativos entre los habitantes de la comarca para adquirirlo y regalárselo a Franco y a su esposa, quienes lo convirtieron en su residencia veraniega.

octogeranio. Dícese del balcón o jardín con 8 geranios.

odrenanza. Disposición de la autoridad que antaño reglamentaba la fabricación y uso de odres.

offender. (angl.). Agraviar con frecuencia a alguien.

offtalmólogo. (angl.). Oculista especializado en las enfermedades de los ojos, cuando los ojos están cerrados. @mundiario

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