La inflación en España se ralentiza fuertemente al 0,2% en marzo

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Un concurrido mercado en Valencia, España / valenciabonita.com
En enero había alcanzado un 1,1%, según el índice de precios del consumo armonizado, utilizado como referencia por el Banco Central Europeo.
La inflación en España se ralentiza fuertemente al 0,2% en marzo

La contención fiscal que ha tratado de levantar el Banco de España como un sólido cerco contra la saturación de la demanda en detrimento de una oferta monetaria exacerbada por las inyecciones fiscales ante la parálisis económica desatada por el coronavirus, comienza a dar resultados a medida que el consumo cae, lo cual no es un dato positivo, pero le permite a las autoridades monetarias ganar tiempo para frenar la expansión de euros sin soporte fiscal en los retornos de capitales captados por la vía tributaria, que se ve fuertemente golpeada por el desplome del consumo como efecto socioeconómico de alto shock por la crisis sanitaria.

Desde comienzos del año, el precio mundial del petróleo ha caído hasta casi un tercio de su valor especialmente por el descenso de la demanda provocada por la pandemia del coronavirus.

En febrero, la inflación se ralentizó al 0,9% interanual tras varios meses de aceleración por el incremento de la demanda en una balanza totalmente desequilibrada entre la capacidad de solvencia del sector empresarial y la sociedad española ante los pagos de impuestos y la demanda fiscal de subsidios, estimulados con subsidios y financiamiento al sistema de Seguridad Social que aceleraron la velocidad de circulación de euros con origen en las inyecciones del Banco de España.

En enero había alcanzado un 1,1%, según el índice de precios del consumo armonizado, utilizado como referencia por el Banco Central Europeo. Otro factor que influyó es el auge exponencial de la demanda de alimentos y bienes esenciales, cuya oferta se redujo por los cierres en las rutas de importación a causa del estallido del brote de Covid-19 en China y Europa, lo que originó ciertos índices de escasez de productos que motivaron un incremento en el sistema de precios, aunado a las caídas de los financiamientos y créditos de las empresas y productores por parte del Estado español ante su crisis fiscal.

Desde 2003, el BCE busca un nivel de inflación "inferior pero próximo al 2%" para la zona euro. A pesar de un arsenal de medidas de impulso, lleva siete años sin alcanzar este objetivo que debería favorecer las inversiones y el empleo. No obstante, la pandemia de coronavirus ha colocado a la economía mundial en shock con un estancamiento masivo de capitales en activos de refugio, caída en las bolsas europeas y una ralentización de los circuitos financieros y de consumo en la Unión Europea, lo que hace implosionar la demanda, lastrar la oferta y financiar los baches fiscales de demandas sociales con emisión de euros sin origen económico real, el caldo de cultivo perfecto para cualquier brote de inflación en todos los bancos centrales y economías del planeta. @mundiario

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