La importancia de ventilar interiores en la hostelería

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Mª José Zambrano en Sevilla.

Mucho está sufriendo la economía en general y la de los hosteleros en particular en este largo período de pandemia. Ahora se relajan las duras medidas sufridas en meses anteriores pero nos llega el miedo a descuidar las normas y que se presente en enero la tercera ola, a la que el sector teme como la definitiva para el cierre de sus negocios.

La importancia de ventilar interiores en la hostelería

En España, cada comunidad autónoma ha adoptado distintas normas higiénico-sanitarias y de seguridad frente a la incidencia de la propagación de la Covid. Mucho está sufriendo la economía en general y la de los hosteleros en particular en este largo período que llevamos soportando por la pandemia. Se acerca la Navidad, fuente imprescindible  (y segura hasta ahora) de ingresos por comidas y cenas navideñas con familiares, allegados, compañeros de trabajo…

Las restricciones que llevamos sufriendo todos estos meses anteriores, para desacelerar y bajar la curva de contagios, han logrado que hayamos cumplido con el objetivo, en la mayoría de regiones. Es importante destacar la importancia que han tenido por parte de nuestro sector, el cumplimiento  de las distintas medidas (incluidos los cierres) impuestas por los Ejecutivos de las distintas CC AA desde fechas pasadas, para que el descenso de la curva de contagios haya sido una realidad. Pero ahora nos llega el miedo a descuidar las normas y que se presente en Enero la temida tercera ola.

Consejos basados en expertos virólogos

Como bromatóloga, y buscando siempre que la seguridad prime sobre todas las cosas, aconsejo que además de mantener la distancia de seguridad, usar gel hidro-alcohólico, llevar mascarilla mientras no se coma o beba y asegurar que los espacios estén debidamente ventilados (teniendo en cuenta que diciembre es frío), habría que añadir dos métodos que han aprobado expertos en virología (M. del Vals), confirmando su idoneidad,  y no debemos “echar en saco roto”;  el primero consiste en la instalación de medidores de CO2 en los bares y restaurantes, para saber en qué momento es necesario renovar el aire de las salas (interiores) abriendo ventanas del local, si las hubiera, o bien aumentando la ventilación forzada.

Si se  mide dentro del establecimiento la concentración de CO2, se puede saber si se está renovando el aire con la bastante frecuencia para que el riesgo de contagio baje o no, es un indicador muy bueno para saber si se está  regenerando aire suficientemente. Si el CO2 está en 2.000 ppm, es mejor no entrar al lugar, si por lo contrario estamos en niveles de  500 o 600 ppm quiere decir que es un sitio muy bien ventilado. En salones interiores de establecimientos de restauración, puestos a la vista del público, sería una forma fácil y clara de informar a las personas que acceden cómo se está realizando la renovación del aire en el local. La ventilación tiene que ser continuada. Recordad que se debe garantizar una adecuada aireación, ya sea natural (ventanas, puertas...) o por filtros y que se avale por medidores de CO2.

Estos medidores de CO2 los podemos encontrar en muchas plataformas por internet y los medidores  más económicos (y fiables) pueden estar alrededor de 100/200 euros.

En segundo lugar, estos medidores deben instalarse como complemento a filtros adecuados en los sistemas de ventilación, basta con filtros de nivel 13. No es necesario que sea un superfiltro que limpie el aire de una pasada, basta con que vaya limpiando.

Si adoptamos éstas  medidas, se neutralizaría de sobra el que hubiese una persona con coronavirus en la sala interior de un establecimiento. Son medidas que tienen un cierto coste, pero muchísimo menos coste que tener que cerrar el bar o restaurante. @mundiario

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