¿Qué se está haciendo para reducir las listas de espera de los tratamientos reproductivos en España?

Hospital Clínico Universitario de Santiago. / Carlos Antón / Google
Hospital Clínico Universitario de Santiago. / Carlos Antón / Google
Acceder a un primer intento de un tratamiento FIV supone hasta 24 meses de espera en el  Hospital Clínico Universitario – CHUS de Santiago de Compostela o 30 largos meses en el Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia. Tiempo de espera que ha crecido tras el último estado de alarma.
¿Qué se está haciendo para reducir las listas de espera de los tratamientos reproductivos en España?

Pronto sufriremos un nuevo estado de alarma en España (si no lo han decretado ya en el momento de publicar este artículo o de que usted lo lea) del que aún poco sabemos cómo afectará a nuestras vidas. Tenemos el vago recuerdo del anterior que duró 3 meses, nos confinó y a muchos arruinó.

Poco se ha hablado de una cuestión no menor para millones de parejas españolas: el de las cancelaciones y retrasos en sus tratamientos de Fecundación In Vitro (FIV). Una técnica que se aplica como uno de los últimos recursos para tener hijos en aquellas parejas que sufren de esterilidad. Ésta afecta al 15% de la población en edad reproductiva de los países occidentales, es decir, a una de cada seis parejas, y experimenta una evolución creciente, según los datos facilitados por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). Hablamos de un porcentaje muy significativo que también está detrás de la baja natalidad en nuestro país.

Grosso modo, el hombre es el motivo de que una pareja no pueda tener hijos en un 25-35% de los casos (escasa movilidad del esperma, baja calidad, ausencia de producción, etc), el resto es consecuencia, principalmente, de la edad avanzada de la mujer y los factores que acompañan a ésta y que pueden verse en este gráfico realizado por la SEF.

Causas de la esterilidad. / SEF

Causas de la esterilidad. / SEF

El período de máxima fecundidad de una mujer está entre los 20 a los 30 años, ¿quiénes, en España, tienen hijos actualmente a esas edades? El porcentaje es muy bajo según los datos recientes del INE que indican que la edad media de maternidad entre mujeres españolas son los 32,8 años de edad, es decir, siempre después de los 30 años y nunca antes. A partir de los 30 comienza el declive fisiológico de la fecundidad, el cual empieza a acusarse desde los 35 años, siendo aún mayor a partir de los 38. La consecuencia es clara: a mayor edad de la mujer, menos posibilidades de conseguir el embarazo de manera natural y de ahí que las clínicas privadas, pero sobre todo el sistema sanitario público español cuente con miles y miles de demandantes solicitando un tratamiento de inseminación artificial en los primeros intentos y si estos no tienen éxito, una FIV (Fecundación In Vitro).

Aquellas parejas que han entrado en la rueda del sistema sanitario español para ser merecedoras de ayuda en la concepción saben que el procedimiento es lento y poco agradable, sobre todo para la mujer que debe someterse a recurrentes sesiones de pinchazos – la mayoría de las veces administrados durante días en la soledad del hogar con las lógicas dudas de si una se está administrando el fármaco bien o mal y las molestias derivadas de clavarse una aguja en el estómago -. Cuando los intentos de una IA (inseminación artificial) no funcionan, el sistema deriva a la pareja al tratamiento de la FIV. Y aquí es cuando lo peor que le puede suceder a una pareja con intención de procrear le puede pasar: llega la apatía. Un estado de indiferencia que crece a medida que pasan las semanas, los meses y los años. Años, sí, porque acceder a un primer intento de un tratamiento FIV supone hasta 24 meses de espera en el  Hospital Clínico Universitario – CHUS de Santiago de Compostela; hasta 18 meses en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla; 20 meses en Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA); 22 meses en el Vall d’Hebron de Barcelona; 14 meses en Hospital Son Espases de Baleares; 12 meses en el Hospital San Pedro de La Rioja; hasta 30 largos meses en el Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia; 20 meses en el Hospital La Fe de Valencia; 12 meses en el Universitario de Cruces de Vizcaya; los mágicos 3 meses solamente del Hospital La Paz de Madrid…

Con la imposición del estado de alarma el pasado mes de marzo de este 2020, se paralizaron los tratamientos de reproducción asistida. Millones de mujeres se vieron en medio de un tratamiento que fue parado en seco pero que a día de hoy ya han podido retomar. El resto de parejas en lista de espera han visto como su ésta ha aumentado. Por ejemplo, en el CHUS de Santiago de Compostela, donde no dan cita concreta (fecha) sino que la inclusión en la lista de espera para la FIV significa “hasta dentro de 2 años no te llamaremos”, miles de parejas han visto como la consigna por parte del área especializada es informar de que “la lista de espera ahora no es de 24 meses, sino de 27” alegando la paralización durante el estado de alarma. Una ampliación de la espera de tres meses ante un paro que “solo” fue de poco más de un mes. El descontrol es absoluto y ningún paciente en esa lista cuenta con una fecha concreta de atención por parte del equipo médico.

Los nacimientos en España se redujeron un 3,5% en 2019. Los sociólogos apuntan a muchas razones para explicar este fenómeno, la más relevante para ellos “la precariedad que pone sobre la mesa la necesidad de políticas de ayuda a las familias que sean efectivas”. El debate es profundo ya que pocas parejas tienen la capacidad económica ni la estabilidad vital para afrontar el nacimiento de un hijo a los 20, 25 o incluso 30 años. Todos conocen, queridos lectores, a jóvenes de esas edades sin trabajo, sin vivienda y a veces, sin pareja. En el siglo XXI, en España, la posibilidad real de tener hijos comienza a partir de los 32-35 años. En esos años, los casos de una concepción natural son mucho mayores que los que fracasan. Para estos últimos, las listas de espera les aguardan. Unas listas que ante el enfado y hastío de miles de parejas que ven cómo pasan los años y las posibilidades decrecen, se ha ampliado la aceptación de pacientes mujeres de los 40 a los 45 años en muchos hospitales – la seguridad social solo acepta a mujeres para realizar estos tratamientos hasta los 40 años -. Una medida ciertamente estéril cuando hablamos de que a mayor edad menos posibilidades de éxito. Quizá sería más inteligente reforzar las secciones de los Hospitales dedicadas a reproducción asistida para que no ocurra como en Santiago de Compostela, con una lista de espera actual de 27 meses, y semanas en las que cuentan con una sola doctora y una sola enfermera para atender a los pacientes. @opinionadas en @mundiario

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