Ya se ha hecho pública la sentencia a Juana Rivas

#JuanaEstáEnMiCasa
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La Audiencia Provincial de Granada ha confirmado la pena de cinco años de prisión, seis años de inhabilitación para la patria potestad y una indemnización a su ex de 12 000 euros.

Ya se ha hecho pública la sentencia a Juana Rivas

Juana Rivas vivía en Carloforte (Italia) junto a su pareja, Francesco Arcuri. En 2016, viaja a España con sus dos hijos de vacaciones. Una vez en Granada, y asesorada por la directora del Centro de Atención a la Mujer, interpone una denuncia contra su pareja por malos tratos y le remite varios correos electrónicos explicándole que solo podrá ponerse en contacto con sus hijos en Granada. El padre de los menores consigue judicialmente la obligatoriedad de entregarle los niños y su custodia provisional. Pero Juana, apoyada por una impresionante campaña mediática, e incluso políticos, decide no entregarlos y está un mes en paradero desconocido. Finalmente, devuelve a sus hijos al padre. Posiblemente usted recuerde la movilización a través de las redes sociales. La tendencia del momento en Twitter fue la etiqueta "JuanaEstáEnMiCasa".

Esta semana hemos conocido la sentencia. La Audiencia Provincial de Granada ha confirmado la pena de cinco años de prisión, seis años de inhabilitación para la patria potestad y una indemnización a su ex de 12 000 euros. Aseguran los jueces que la señora Rivas estuvo mal asesorada por la directora del Centro de Atención a la Mujer. Intentó desviar la atención usando la condena de malos tratos a su ex, aunque esa condena ya había sido cumplida y sus antecedentes penales habían sido cancelados. Las posteriores denuncias han sido desestimadas, tanto en España, como en Italia. Por supuesto, la sentencia asegura que no hay peligro para los menores. Es más, en un informa de la psicóloga nombrada para el juez, califica a Juana como un peligro para sus hijos, manipuladora y de tener un funcionamiento mental patológico.

No olvidemos que hay dos justicias. La justicia moral y la justicia legal. Nadie discute las motivaciones y los miedos de la señora Rivas. Son justificados. Pero quizá solo desde el punto de vista moral. Legalmente, ha ocurrido lo que todos, aún sin conocimientos jurídicos, nos temíamos. Ha caído todo el peso de la ley. Ahora llegan los lamentos. Incluso se anuncia la solicitud del indulto. ¿Este indulto significa que puede secuestrar a sus hijos porque después le indultarán? Juana se ha sentido respaldada por mucha gente y ha creído tener razón. No siempre la mayoría tiene cordura. Esta mujer es una víctima de este sistema de locos. Es muy moderno el apoyo en las redes sociales. Le han hecho creer que tiene toda la legitimidad por el mero hecho de ser mujer... y le han destrozado la vida aún más. No se deje engañar. Esto no es un problema de machismo y feminismo. Esto es cometer o no un delito. Cuando en lugar de dejarse asesorar por los sabios, se deja uno mal asesorar y es jaleado por el pueblo ignorante, las consecuencias son catastróficas. ¿Dónde están todos aquellos que clamaban que Juana estaba en su casa? ¿Van ellos a entrar en prisión? ¿Alguno va a abonar la multa?

Piensen.

Sean buenos.

La propuesta musical de doña Beatriz Bagatela hoy es There is still pain left. En esta historia aún queda mucho dolor. El dolor mal gestionado trae consecuencias. Con todos ustedes: ¡Sophie Hunger! @mundiario

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