El Gobierno descarta bajar el IVA al turismo y considera la ampliación de los ERTE
Lo que menos tiene previsto en su agenda el Gobierno de España es aplicar algún tipo de medida de flexibilización fiscal. La economía del país no tiene las condiciones necesarias para implementar ninguna clase de exención que beneficie los flujos de caja de las empresas en detrimento de las finanzas con las que el Estado se sostiene y sustenta a la población.
Y es que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha afirmado que ve difícil la aprobación de cualquier rebaja fiscal debido a que la crisis del coronavirus ha paralizado la economía. Ya no hay reservas de capital ni fondos de inversión que le permitan al país captar rentas procedentes de la actividad turística ni de los impuestos a las empresas, pues la demanda de cada uno de los mercados en sectores no esenciales de la economía ha caído entre un 30% y 90%.
Sin embargo, aunque el Gobierno descarta completamente cualquier flexibilización sobre el IVA, ha dejado entrever que podría ampliar la duración y las condiciones de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo).
Esto implica que el Ejecutivo tiene en sus manos la extensión de una medida que, si bien ha incrementado sus cargas fiscales por tener que financiar los pagos de salarios de los trabajadores insertados en ese esquema, les ha dado oxígeno a las empresas para generar inversiones y reposiciones de inventarios por la vía de los créditos que el Estado ha inyectado a través del Instituto de Crédito Oficial con los avales públicos de respaldo por más de 20.000 millones de euros.
De hecho, a la ministra Maroto le han llegado propuestas relacionadas con la posible extensión de los ERTE, como mínimo, hasta marzo de 2021.
La titular de la cartera de Comercio ha señalado que el Gobierno ha asumido “un importante gasto para hacer frente a la Covid-19 y que no está en los mejores momentos respecto a la recaudación, porque la economía se ha parado y muchos ingresos también, por lo que es difícil abordar cualquier rebaja fiscal”.
De esta forma, el Ejecutivo confirma que se encuentra en una situación fiscal y financiera muy apremiante debido al enorme déficit de más del 3% del PIB que tiene en sus cuentas, reflejado en un diferencial de más de 3.000 millones de euros. @mundiario
