La muerte de un jefe criminal rompe con la cuarentena de un barrio colombiano
La banda criminal conocida como Niquía Camacol no tuvo reparo alguno en romper la cuarentena impuesta por el gobierno colombiano, para evitar la propagación del coronavirus. La muerte de su cabecilla Édgar Pérez Hernández "El Oso" provocó la movilización de sus miembros y seguidores, para trasladar sus restos por las calles del barrio Bello en Antioquia, según informa W Radio Colombia.
Una multitud de personas se apostaron alrededor del féretro para rendirle tributo a Pérez Hernández de 50 años, que padecía de diabetes y de problemas cardíacos. Un infarto acabó con su vida en un centro médico el pasado lunes.
@rabodeajip @gabodelascasas el entierro hoy 7de abril del oso de niquua en bello ..donde están las autoridades pic.twitter.com/yfFf2bbGgu
— yulier uran (@yulieruran) April 7, 2020
Semana detalla que el sepelio contó con la presencia de menores de edad y adultos mayores, estos últimos considerados como parte de la población con alto riesgo a contraer la Covid-19. Parecía un día normal, con la gente saliendo de sus casas como si no existieran restricciones de ningún tipo.
El mismo medio señala de que esta polémica despedida estuvo rodeada de tiros al aire y muestras de cariño al hombre, que es señalado como uno de los grandes jefes criminales de la zona. En su prontuario destacan delitos como extorsión, desplazamiento forzado y concierto para delinquir agravado.@mundiario