El Frente Amplio vuelve a ser la primera fuerza política de Uruguay

Daniel Martínez, del Frente Amplio. / RR SS
Daniel Martínez, del Frente Amplio. / RR SS
Los votantes uruguayos tendrán segunda vuelta entre Daniel Martínez, del Frente Amplio, y Luis Lacalle, del partido Nacional.
El Frente Amplio vuelve a ser la primera fuerza política de Uruguay

En Uruguay ha culminado la primera vuelta de las elecciones nacionales con algunos  resultados que se preveían: ningún partido alcanzó la mayoría absoluta de más del 50 % de los votos emitidos, por lo que  habrá balotaje, y  por lo tanto, nadie tiene mayoría parlamentaria. Nuevamente, como en las tres elecciones anteriores, el Frente Amplio vuelve a ser la primera fuerza política del país, con casi 11 puntos porcentuales superiores al segundo que fue el partido Nacional. Los resultados electorales muestran que con respecto a las elecciones del 2014 el Frente Amplio perdió alrededor de 170.000 votos, 8 puntos pporcentuales, pero también perdieron votos el partido Nacional y el partido Colorado. El gran triunfador de esta contienda ha sido Cabildo Abierto, un partido nuevo, con rasgos militaristas de extrema derecha que logró 3  senadores y 11 diputados.

Tendremos segunda vuelta entre Daniel Martínez del Frente Amplio y Luis Lacalle del partido Nacional. Lacalle inició negociaciones con el partido Colorado, con el partido Independiente, con el partido de la Gente y Cabildo Abierto del ex Comandante del Ejército Manini Ríos, que fue la gran revelación de estas elecciones. Importa señalar algunas características de esta elección. Si ganara el balotaje, Lacalle no podría aprobar ninguna ley sin los votos de Cabildo Abierto, lo que sin duda derechiza aún más las decisiones de ese futuro gobierno. En el Senado donde se requieren 16 votos para aprobar leyes, el partido Nacional alcanzó a 10 senadores, el Colorado a 4, más el Vice presidente llegan a 15, por lo que le son indispensables los votos de Cabildo Abierto. Otra característica extraña es que Lacalle anuncia una ley de urgencia, pero propone divulgar su contenido después del balotaje. Es muy difícil concretar acuerdos programáticos, por lo que se termina en acuerdos por cargos, como es la historia de los partidos fundacionales en el Uruguay. Manini Ríos ya esta solicitando ministerios en el área social, como educación, salud, vivienda e inclusive el Mides. Una novedad no menor es el apoyo que le otorga Bolsonaro a Lacalle, lo que  es una nueva marca de la derechización de la actual oposición.

¿Cuáles son las chances del Frente Amplio?  La contienda marca nítidamente a Lacalle a la derecha y a Martínez a la izquierda. Suponíamos que los recientes acontecimientos políticos de Argentina y de Chile podrían favorecer el voto de la izquierda, pero en los hechos no se concretó. El Frente Amplio está preocupado por la igualdad, por la inclusión social, por los derechos de los ciudadanos y en los tres gobiernos ha obtenido logros muy significativos. Lacalle es más liberal. En el campo económico, a tal punto que su candidata al Ministerio de Economía y Finanzas solo habla de atender el déficit fiscal, que surge como la causa de todos los males. Es decir, buscando minimizar la acción del estado, que sería el responsable de los problemas económicos y suponiendo que el mercado está en condiciones de resolver todos los problemas económicos y sociales. Hay claramente dos modelos de país.

El Frente Amplio está en condiciones de recibir para la segunda vuelta, votos del PERI y de Asamblea Popular aunque sus líderes pretenden anular sus votos. Puede recibir votos de quienes apoyaron a Talvi en la primera vuelta. Pero también puede lograr ganar votos de quienes apoyaron a Cabildo Abierto, sobre todo sectores sociales vulnerables, de bajos recursos y bajo nivel educativo que había ganado Mujica y los puede recuperar para esta segunda vuelta.  No  hay duda que en el voto a Cabildo influye el tema de la seguridad , que esta vez movió la aguja, por los votos de Manini y por el 47% de votos que recibió la propuesta de Vivir sin Miedo, que militarizaba para enfrentar la inseguridad. Si lo analizamos por sectores sociales, hay posibilidades de acceder a los vulnerables, que inclusive pueden haber sido favorecidos por los gobiernos frentistas, pero no tienen conciencia de ello. Otro sector social como el de las capas medias que estuvieron desencantadas pueden volver al voto frentista por lo que significaría la pérdida de beneficios sociales alcanzadas por los gobiernos del Frente si Lacalle triunfara.

Es muy importante el voto de los jóvenes. Si bien entre ellos el FA gana claramente, lo logra con menos votos qe en elecciones anteriores. Aquí también se pueden lograr un número interesante de votantes para la segunda vuelta del 24 de noviembre. En términos de los problemas que afligen a la sociedad uruguaya, no hay duda que la seguridad es un tema relevante que habrá que resolver con propuestas claras y el del empleo que va a remontar en el 2020 con las nuevas inversiones previstas. En esencia, si bien esperábamos una votación superior para el Frente Amplio para la primera vuelta, las posibilidades de ganar en la segunda vuelta no son menores. Votantes de Talvi, entre otros, colorados que no votan a los blancos, con votos de Cabildo Abierto provenientes de los barrios periféricos y de sectores sociales vulnerables, los votos de capas medias que en última instancia han gozado de beneficios en los gobiernos frentistas y que les costaría mucho votar a la derecha, con votos de los jóvenes y de los que votan por primera vez y no conocieron los últimos gobiernos de los partidos fundacionales (blancos y colorados), con propuestas relevantes para atender el tema de la seguridad, las chances de ganar las elecciones no son nada menores para el Frente Amplio. Si triunfa sería muy importante para la situación de la región latinoamericana. @mundiario

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