Franco en la Almudena, todavía peor que en el Valle de los Caídos

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A Alcalá Zamora (derecha) no se le rindieron los honores que piden para Franco.

Pretender que Franco reciba honores de jefe de Estado en su traslado es un disparate. Cuando regresó el cadáver de Alcalá Zamora no se le rindieron, por expreso deseo de la familia.

Franco en la Almudena, todavía peor que en el Valle de los Caídos

Llevar a Franco a la Almudena es un error de alcance: sus partidarios lo tendrían más a mano en el centro de Madrid que donde está ahora. Pedro Sánchez ya tiene experiencia de lograr con sus actos lo contrario de lo que pretende. No voy a discutir si era conveniente ahora mismo o no retirar a Franco del Valle de los Caídos y dar a aquel lugar un sentido distinto y propiamente de reconciliación. Sánchez se ha desdicho de ese inicial propósito y sus consocios de Podemos piden que el lugar sea volado. Digo yo que podrá servir para otra cosa y respetar a los que allí están no por su voluntad, sino como víctimas de una guerra civil, cuyas causas no debemos repetir.

Pero digamos que esté bien, que se retire el cadáver de Franco. ¿Se puede negar a la familia el derecho de depositarlo donde legalmente pueda si quiere? ¿Cómo se va a impedir que se entierra en la catedral de la Almudena si tienen un mausoleo en propiedad legal? ¿Franco junto a Maria de la Mercedes, el amor de Alfonso XII, la de la copla de la Piquer…? Parece un nuevo sainete.

No me quiero imaginar los efectos de que Franco esté enterrado en el centro mismo de Madrid, frente al palacio de Oriente. Casi es mejor dejarlo donde está o buscarle otro acomodo.

Y en cuanto a los honores que pide la familia no existe razón alguna para atender tal petición. Y me remito a los antecedentes: Cuando retornaron los restos de don Niceto Alcalá Zamora, primer presidente de la II República, de su exilio en Argentina, a nadie se le ocurrió, ni menos a la familia, reclamar lo que, por otro lado, sería su derecho: recibir honores de jefe de Estado. Y máxime cuando tales le fueron rendidos al rey perjuro, declarado traidor por el Gobierno de la República, Alfonso XIII, que fue paseado por media España desde Cartagena, en una réplica al revés de su salida de España.

Y menos mal que a don Juan de Borbón, nombrado delegado regio para la ocasión, le cortaron las alas de sus pretensiones, pues pretendía que los restos de Alfonso XIII fueran velados en el Palacio Real. Por cierto, que un fraile de El Escorial me contó que tuvieron que quebrar las piernas del ex rey, ya que estaba embalsamado para su largo entierro en Roma. Y hablando de esto, me contó que no se da descompuesto el cadáver del Conde de Barcelona que espera ser llevado, aunque nunca fue rey, al panteón de los de España, desde el llamado “pudridero” donde reposa.

Pero si la familia logra que lleven a Franco al centro de Madrid, en tal simbólico lugar, me temo que vamos a lamentar que a nadie se le haya ocurrido provocar que tal cosa sea posible. @mundiario

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