El FMI critica al Eurogrupo por sus objetivos inalcanzables para Grecia

Jeroen Dijsselbloem (primer plano), presidente del Eurogrupo.
Jeroen Dijsselbloem (primer plano), presidente del Eurogrupo.

El Fondo Monetario Internacional mantiene sus recelos respecto al plan de rescate de Atenas por considerar que Europa exige requisitos que son imposibles de cumplir.

El FMI critica al Eurogrupo por sus objetivos inalcanzables para Grecia

El Eurogrupo ha cerrado un nuevo cónclave la noche del lunes sin llegar a ningún acuerdo sobre Grecia. Sin desembolsos ni un proyecto para la reestructuración de la deuda ni la certeza de si el Fondo Monetario Internacional (FMI) seguirá siendo parte del proyecto. Pol Thomsen, encargado de dirigir las oficinas del fondo en Europa, ha dicho que su despacho demanda "más realismo, supuestos más creíbles" respecto al crecimiento y el superávit fiscal de Atenas, así como más detalles sobre la reestructuración de deuda que Bruselas está dispuesta a aceptar.

"El paquete legislativo adoptado por Grecia la semana pasada incluye medidas fiscales y de pensiones sensible: es el tipo de políticas que el FMI puede apoyar. Hemos hecho progresos con el Eurogrupo, pero queda por acordar el alivio de la deuda, y ahí hacen falta más detalles y más realismo", dijo Thomsen en una comparecencia frente a los medios de comunicación.

El fondo considera que la reestructuración de la deuda griega, a la que por cierto ha tildado de impagable en más de una ocasión, se debe hacer repartiendo de previsiones de crecimiento medio del 1% en el largo plazo en vista de la evolución demográfica, de competitividad y la fatiga reformista de Atenas. De paso, también clama por un superávit primario que alcance el 1.5% del PIB. La Comisión Europea fija por su parte un superávit primario del 3.5% durante un lustro, sin contar eso sí el pago de intereses, y de un 2% para los 40 posteriores. El despacho de Thomsen, secundado por analistas expertos, vaticinan que esos números son imposibles en un país que tiene una tasa de paro del 20%, que en siete años ha perdido el 25% de su riqueza y con un aumento en la pobreza que requiere sí o sí políticas de gasto para alcanzar un crecimiento sostenible, que en el FMI se usa para evitar aludir a más problemas sociales y políticos si se mantienen las manifestaciones callejeras en todo el país.

Los chicos de Jeroen Dijsselbloem fracasaron en esto la noche del lunes y el acuerdo se retrasará hasta el 15 de junio. Pero el tiempo juega en su contra pues Grecia requiere de 7.000 millones de euros en julio, y desea que las promesas de reestructuración de duda y las compras del Banco Central Europeo se materialicen para regresar al mercado. El cuento ya es conocido y trae a la menta los gravados del primer y segundo programa. Con la reticencia del Fondo, que de cualquier manera aportaría solamente unos cuantos miles de millones de los 78.000 millones que requiere Atenas, el Eurogrupo podría verse forzado a plantear un cuarto programa que despertaría recelos en Alemania, envuelta en su competencia electoral interna.

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