Feijóo y Ábalos llegan a un acuerdo con la mediación del Vaticano

Yolanda Díaz. / Mundiario
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo.

Tras años de desacuerdos sobre la puesta en funcionamiento del AVE, la prórroga del Xacobeo dará satisfacción a ambos, cualquiera que sea la fecha real. La ministra de Trabajo, de Unidas Podemos, se ha sumado al acto religioso.

Feijóo y Ábalos llegan a un acuerdo con la mediación del Vaticano

La polémica sobre el AVE gallego es un clásico de la política desde hace varios lustros. Acumula una década de retraso y ha sido objeto de pugna constante entre la Xunta y la oposición así como entre el Gobierno estatal y la Xunta, cualquiera que fuese el signo de uno y otra. Las frecuentes declaraciones a los medios de la Presidenta de Adif, una de los escasos gallegos presentes en la alta dirección del Gobierno estatal, como independiente, sólo han contribuido a incrementar la confusión mediante el uso de eufemismos y circunloquios para evitar fijar una fecha. El Ministro de Transportes ha sido más parco soslayando cualquier pregunta.

Dejemos a los teólogos elucidar si en la prórroga del Xacobeo concedida por decreto vaticano han influido el Papa Bergoglio o el Espíritu Santo. Lo cierto es que la pandemia ponía en peligro el flujo turístico y por tanto los ingresos de la industria turística ligada al Camino de Santiago pero también los de la propia Catedral compostelana. El interés espiritual y el material como tantas veces han alcanzado un punto de equilibrio. En realidad es la historia del culto a Santiago, patrón de las Españas, Matamoros y fuente de legitimidad para los monarcas desde Alfonso II, a cambio de generosas prebendas al Cabildo y al prelado de Compostela. La prórroga del Xacobeo permite al Gobierno central cumplir su compromiso pues dispone de 24 meses desde ahora mientras que deja a Feijóo sin el principal argumento. A fin de cuentas se prorroga porque no se espera un gran flujo de visitantes durante 2021.

El anuncio se producía en un acto con resabios del nacionalcatolicismo franquista. En la ceremonia de apertura de la Puerta Santa, el Presidente de la Xunta en funciones de Delegado Regio, la Ministra de Trabajo y otras autoridades, junto a la representación militar que rendía honores, formaban una procesión cívico-religiosa para asistir durante varias horas a un minucioso ceremonial religioso, difundido en su integridad por la Televisión Gallega pública. Sólo faltaba el palio que acompañaba a Franco, el resto era igual.  La ceremonia se repite dos veces al año, en formato más reducido, los días 25 de julio y 31 de diciembre. También en otras muchas localidades gallegas: fiesta del Corpus en Lugo, del Rosario en A Coruña, del Cristo en Vigo, e innumerables conmemoraciones del Carmen en municipios costeros, entre otras muchas.

Tiene razón la Ministra Celáa, puede disminuirse el peso de la Religión en el curriculum escolar pues ya las autoridades civiles adoctrinan bastante con el ejemplo. Laicismo, separación de Iglesia y Estado, respeto a otras confesiones, neutralidad de las Fuerzas Armadas, son conceptos para el debate teórico pero en la práctica, y de forma especial en Galicia, la relación con la Iglesia es la que fijó el franquismo. La presencia de la Ministra de Trabajo merece atención especial pues no suele prodigarse en ese tipo de actos ni ostentaba representación alguna. Como hemos avanzado en MUNDIARIO, es probable que esté comenzando a tantear su posible concurrencia a las elecciones autonómicas, al frente de un PSdeG hoy desdibujado además de dividido.

También se beneficia de la prórroga el socialismo gallego, tan poco influyente en Madrid y tan asediado por las malas noticias procedentes del Ejecutivo central: minoración de la inversión presupuestaria, fondos europeos, acuerdo con el Reino Unido. Mientras persista en ser el frontón de las críticas del PP como palmero del Ejecutivo central en lugar de defender su propia agenda y coordinarla con Madrid, estará condenado a sufrir. A pesar de ostentar el mayor poder local de su historia, el divorcio entre los Alcaldes y la dirección gallega es absoluto. Una razón más para que el Gobierno central prescinda de su franquicia gallega.

La recuperación económica será complicada en todos los lugares. En Galicia, periferia de la periferia, tendrá dificultades añadidas. Ni el  trasnochado nacionalcatolicismo, ni el aplazamiento continuo de las soluciones, ni la confrontación sobre aspectos secundarios favorecen los intereses colectivos. Se necesita una conversación pública de más fuste que implique a la sociedad en lugar de rituales televisivos franquistas o del auxilio vaticano. @mundiario

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