De cómo un fármaco para el VIH podría ayudar a tratar el Alzheimer y el Parkinson

Ciencia. Pixabay
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Un estudio firmado por científicos de las escuelas de Medicina de las universidades de Nueva York, Brown, Rochester, Montreal y de Virginia, en Estados Unidos, ha revelado que el antiviral también podría ser útil en la lucha con el Parkinson, la degeneración macular o la artritis. 

De cómo un fármaco para el VIH podría ayudar a tratar el Alzheimer y el Parkinson

Un fármaco para el VIH podría ayudar a tratar el Alzheimer y el Parkinson. Así lo ha dejado claro un estudio firmado por científicos de las escuelas de Medicina de las universidades de Nueva York, Brown, Rochester, Montreal y de Virginia, en Estados Unidos; que ha puesto sobre la mesa, además, una nueva alternativa útil en la lucha de otras afecciones como la degeneración macular o la artritis. 

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El estudio, publicado en la revista Nature, destaca que todos estos trastornos relacionados con la edad tienen otro denominador común: la inflamación de los tejidos. 

En esa línea, los expertos han detallado que existe un tipo de retrotransposones -secuencias de ADN capaces de replicarse y moverse a otros lugares- denominados L1, cuya inflamación celular ocurre cuando estos se replican. 

"Las copias del ADN L1 que se producen requieren el papel de una proteína específica, la transcriptasa inversa, la misma que necesitan el VIH y otros retrovirus para replicarse", destaca el profesor de ciencias médicas y biología en la Universidad de Brown, John Sedivy. 

Es por eso que los científicos decidieron tomar como base los cócteles terapéuticos indicados para pacientes con VIH -que actuan deteniendo dicha proteína- para probar un nuevo experimento contra los trastornos relacionados con la edad. 

Los autores han aprovechado el efecto de estos fármacos para impedir que el retrotransposón L1 se replique y evitar de la respuesta inmune inflamatoria, explica El Mundo. 

Los resultados mostraron que en los ratones sometidos a este tratamiento la mivudina logró reducir la inflamación celular "significativamente" tan solo dos semanas después de iniciar la terapia.

"Queda aún mucho trabajo por hacer”, subraya Sevidy. “Con lamivudina podemos solucionar parte del problema, pero lo cierto es que aún no entendemos toda la complejidad del proceso de envejecimiento", concluye. @mundiario 


 

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