La Eurocámara diluye la reforma de la pesca concebida para que fuera sostenible en 2020

Parlamento Europeo.
Parlamento Europeo.

Se da como probable que la decisión adoptada guarde relación con el debate en torno a lo que la salida del Reino Unido del ámbito de la Unión Europea pueda significar –de hecho nada grato– para el sector pesquero comunitario que faena en aguas del Atlántico Nororiental.

La Eurocámara diluye la reforma de la pesca concebida para que fuera sostenible en 2020

El Parlamento Europeo ha votado diluir el compromiso adquirido en 2013 para reformar la pesca en la Unión Europea y conseguir que fuera sostenible en 2020. En una sesión plenaria, los europarlamentarios han avalado niveles que hacen posible la que las organizaciones medioambientalistas consideran sobrepesca, una decisión que, en concreto,  Oceana –la mayor organización internacional centrada exclusivamente en la conservación de los océanos, la protección de los ecosistemas marinos y las especies marinas amenazadas– lamenta.

Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana Europa, ha hecho una declaración tras la votación sobre el plan plurianual de las aguas occidentales en la que señala: “Los legisladores de la UE deben ceñirse a las mismas leyes que ayudaron a validarla, y la Política Pesquera Común que rige la pesca en la Unión es clara: acabar con la sobrepesca en 2020 como tarde. En una época en la que en todo el mundo está creciendo el movimiento en favor de la conservación marina, la UE debe situarse en cabeza, no echarse atrás de sus propios compromisos. La nueva ley de pesca británica y la votación del Parlamento Europeo hacen de hoy un día de oportunidades perdidas para la salud y conservación del océano Atlántico”.

Oceana, fundada en 2001, tiene oficinas en Europa, América del Norte, Central y del Sur, y colabora en una serie de campañas estratégicas destinadas a restaurar la riqueza de los océanos.

El plan plurianual pasará ahora a la negociación final con el Consejo de Ministros, que representa a los Estados Miembros, y se espera que sea adoptado en la primavera de 2019.

Las aguas occidentales comprenden una zona del Atlántico Nororiental que incluye las aguas al oeste de Escocia e Irlanda, el Mar Céltico, el Mar de Irlanda, el Canal de la Mancha y el Golfo de Vizcaya, las aguas ibéricas y las que rodean las Azores, Madeira y Canarias.

Las flotas pesqueras de Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda, Países Bajos, Portugal, España y el Reino Unido faenan en la zona, que cuenta con especies muy comerciales, como bacalao, eglefino, solla, cigala, rape y gallos, con un total de 368.000 toneladas en 2017 y un valor de primera venta en torno a 1.400 millones de euros.

La presión pesquera sobre estos caladeros es elevada. Estimaciones recientes apuntan a que un 40% de los stocks registra sobrepesca, lo que plantea dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.

Las ONG medioambientales piden a la UE que el plan plurianual asegure una recuperación completa de los stocks pesqueros. En 2013, cuando se reformó la Política Pesquera Común, los Estados Miembros de la UE se comprometieron a acabar con la sobrepesca en 2015 o 2020 como tarde. No debería ser permisible ningún tipo de presión o intento de retrasar la recuperación de los recursos de los océanos.

Se da como probable que la decisión adoptada guarde relación con el debate en torno a lo que la salida del Reino Unido del ámbito de la Unión Europea pueda significar –de hecho nada grato– para el sector pesquero comunitario que faena en aguas del Atlántico Nororiental. @mundiario

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