El eterno castigo a Piqué
Nunca antes una postura política fue tan señalada por la afición española. Gerard Piqué sigue soportando el calvario de expresar lo que siente en las redes sociales.
La Rosaleda es otro infierno. Sentir sui nacionalidad catalana le persigue cada vez que viste la elástica de la selección española. Gerard Piqué tendrá que esperar hasta el año que viene para dejar de ser perseguido y seguir en paz el amor por su tierra.
En Málaga los pitos no bajaron los decibeles para el central culé que hizo caso omiso a los insultos y como todo profesional dio lo mejor de sí por el combinado nacional hispano, que probaba estrategia ante su similar de Costa Rica. Desde el 2015, Piqué es acusado de no sentir al equipo español y de promover la independencia, cuestiones que han sido negadas por el propio jugador un millar de veces.
En el último mes su rechazo por parte de los aficionados se ha acentuado debido al intento separatista de Cataluña con referéndum, que el Gobierno español, consideró ilegal y que provocó disturbios y la participación de la fuerza policial, ocasionando heridos en los centros electorales.
Ese 1 de octubre Piqué estalló de ira e impotencia y arremetió verbalmente contra el Jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, quien ha disuelto la Generalitat aplicando el artículo 155 de la Constitución, para llamar a nuevas elecciones en la comunidad autonómica y restaurar el statu quo de la región.
