El estado de Pensilvania certifica sus resultados y confirma a Biden como ganador
Uno de los territorios donde con más fuerza se disputó la elección presidencial de la mayor potencia mundial se ha pronunciado rotundamente al confirmar la victoria del inminente presidente electo, pese a la deriva antidemocrática del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump. La joya de la corona electoral norteamericana se ha quedado en el lado demócrata.
Y es que el gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, anunció este martes que el estado ha certificado el resultado de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre a favor del demócrata Joe Biden, quien gana así los 20 delegados del Colegio Electoral que aporta esa entidad para ratificar su victoria con 306 votos electorales como nuevo presidente electo de EE UU.
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Esto implica un hito en una carrera por la Casa Blanca totalmente histórica por el inmenso período de tiempo que cada estado demoró en contabilizar todos su votos, pero presionados por la arriesgada batalla llegal que Trump indujo para obstruir la fluidez del proceso administrativo-electoral bajo la falacia política de un presunto fraude que hasta ahora no ha logrado comprobar jurídicamente, razón por la cual 19 de 26 demandas para impugar las elecciones en al menos cinco estados han sido denegadas, descartadas o rechazadas.
"De acuerdo con lo requerido por la ley, he firmado la certificación para el nombramiento de electores (delegados del Colegio Electoral) para Joe Biden y Kamala Harris", afirmó el gobernador en Twitter.
Por lo tanto, ahora que Pensilvania certificó la victoria del demócrata, resulta virtual y matemáticamente imposible para Trump revertir ese resultado por la ausencia absoluta de pruebas del presunto fraude en el conteo de votos (con supuestos votos duplicados y votos de personas fallecidas) que el presidente saliente alega hubo en esa entidad.
Al haber sido corroborada la elección de Biden en el estado más importante de los comicios presidenciales del pasado 3 de noviembre, la disputa queda totalmente diluida en los resquicios legales que busca el equipo jurídico de Trump bajo un sesgo político que no podrá revertir la transición, ya autorizada por el mandatario saliente este lunes con la aprobación de la Administración General de Servicios (GSA) para suministrar los recursos y la información de Estado a Biden a fin de que pueda empezar a gobernar gradualmente conforme avanza el proceso de transferencia de poder, que se completará el 20 de enero de 2021 con el juramento constitucional de Biden como presidente en funciones. @mundiario
