Elisabeth G. Iborra: "Sin humor nos moriremos antes, pero de pena"

Elisabeth G. Iborra. / Cedida. / Mundiario
Elisabeth G. Iborra. / Cedida. / Mundiario
La autora estrena libro, 'La vuelta al mundo de Lizzy Fogg (II parte)', una de las lecturas más acogedoras para tiempos de cuarentena porque, como dice Elisabeth, es el momento de “soñar con viajar”.
Elisabeth G. Iborra: "Sin humor nos moriremos antes, pero de pena"

Viajar ha dejado de ser una opción, pero más pronto que tarde estaremos apretando nuestras maletas para meter ese vestido imprescindible, los zapatos por si surge una ocasión especial o el libro del que estamos enganchadas, que bien podría ser ‘La vuelta al mundo de Lizzy Fogg (II parte)’ editado por Ediciones Casiopea. El éxito del primero fue tal que Elisabeth G. Iborra ha vuelto para, con su singular humor, narrarnos en primera personas las aventuras vividas en sus múltiples viajes.

En esta ocasión nos vamos con ella a la India, Hong Kong, Macao, Ecuador, Vietnam, Bolivia o Argentina. Lugares idílicos… pero no de cualquier manera. “Todos los países pueden tener lugares maravillosos pero muchas veces la población te hace bastante desagradable el viaje. En muchos sitios han descubierto que sus paisajes son la gallina de los huevos de oro y lo quieren explotar a toda costa y a tu costa. Llevo muy mal que me traten como si fuera una tarjeta de crédito caminante y que me atraquen, no con una navaja, pero sí con muy mal rollo”, cuenta Elisabeth durante nuestra conversación telefónica pocos días después de vovler de su viaje a Islandia, “lugar absolutamente recomendable”, nos avisa, y ya en plena cuarentena por la crisis de la Covid-19.

“Pienso que se va a viajar igual”, comenta pensando en el futuro tras esta pandemia. “Hemos tenido otras crisis sanitarias, otras pandemias y se ha seguido viajando igual. Yo pasé la gripe A en Asia y entonces seguimos viajando todos en ese mismo año y los posteriores. No creo que esto vaya a cambiar. Ojalá cambie en la conciencia que tenemos todos de todo: del planeta, la solidaridad… y en el hecho de que se puede teletrabajar, no es necesario estar yendo a una oficina y no hace falta despedir a la gente porque muchos pueden trabajar en su casa, incluso rindiendo más. Yo creo que ahí hay un montón de experiencias interesantísimas”, reflexiona la autora.

La vuelta al mundo de Lizzy Fogg (II Parte). / JMM

La vuelta al mundo de Lizzy Fogg (II Parte). / JMM

En 'La vuelta al mundo de Lizzy Fogg (II parte)' viajamos con Elisabeth de la mano como si una amiga nos hubiera mandado una carta (o un email) contándonos sus aventuras más locas. Su lenguaje directo y sincero, tintado con las dosis necesarias de humor, hacen que sus relatos se consuman como un buen vino o una cerveza bien fría. “El humor es la vaselina de las palabras. Sin humor nos moriremos antes, seguro, pero de pena. Cualquier tipo de situación con humor es mucho más llevadera. Si no eres capaz de reírte de ti mismo y de las cosas que te pasan, vas a sufrir fijo”, dice Elisabeth recordando algunos de sus peores momentos en sus periplos por el mundo. “No quiero quitar las ganas de ir a ninguno de esos países porque son muy bonitos, pero sí se debe ir de una manera diferente a como fui yo”, explica. “Siempre viajo sola, me busco los viajes, las excursiones, los alojamientos… y en estos casos lo que hago es recomendarte que vayas con una agencia o tour operador especializado en ese país, con un guía profesional. Básicamente, con alguien que te defienda y defienda tus derechos en esos países cuando intentan abusar de ti porque si no, vas a estar cabreada todo el tiempo”, añade.

Pero los beneficios de viajar sola son muchos más que cualquier circunstancia negativa que pueda acaecer. “Viajar sola te da una seguridad increíble. Cuando pasas por determinadas situaciones y te das cuenta de que puedes solucionar las cosas aumenta mucho tu capacidad de resolución. Pierdes el miedo y empiezas a distinguir lo que es realmente importante y todo lo que es absolutamente superfluo. Además, tienes mucha más flexibilidad, te abres mucho a conocer a los demás porque en general lo que queremos todos es conocer gente, divertirnos, pasarlo bien, disfrutar de la vida”, nos explica la autora. “Viajar sola me ha cambiado la vida”, resume Elisabeth, una mujer que ha visitado 66 países, ama Argentina, no perdona la buena comida en sus viajes y hace couchsurfing.  Además, destila buen humor, optimismo y despreocupación, pero sobre todo valentía. “Hay que tener unos ovarios como un campano porque meterte en un carguero de mercancías por el Amazonas durante 7 días con mulas que venían de traficar… esto lo hace poca gente y desde luego yo no lo recomiendo”, comenta al hilo de una de sus experiencias más heavys que narra en este libro.

Quizá esta sea una de las lecturas más acogedoras para tiempos de cuarentena porque, como dice Elisabeth, es el momento de “aprovechar para soñar con viajar”. @opinionadas

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