El autor más leído el mes de abril en MUNDIARIO fue Juan José Prieto

Juan José Prieto. / Cedida. / Mundiario
Juan José Prieto. / Cedida. / Mundiario
Juan José Prieto: "Argentina se encuentra atravesando una grave crisis económica donde los índices, a diciembre de 2019, nos expresaban que tenemos una pobreza total del 40,8% y un nivel de indigencia del 8,9%".
El autor más leído el mes de abril en MUNDIARIO fue Juan José Prieto

Juan José Prieto, colaborador de MUNDIARIO desde Argentina, se convirtió en el autor más leído del pasado mes de abril gracias a su artículo ¿Por qué el jabón es tan efectivo en la batalla contra el coronavirus?

— En tu artículo realizas un pormenorizado análisis sobre por qué es eficaz lavarse las manos con agua y jabón, nunca solo con agua, para matar al virus Covid-19. ¿Ves, por tanto, útil el uso de guantes de látex en la calle o al acudir a un establecimiento (supermercado, farmacias, peluquería, etc. etc.)?

— Todos conocemos la frase que dice "el aceite y el agua jamás podrán unirse", y también sabemos que la mayoría de las cosas tienen algo que los saca de la regla, por lo que, finalmente, podemos agregar "excepto si uso jabón", y esto tiene su razón en que el agua y el jabón terminan por destruir la capa grasa del SARS-COV2, responsable de la Covid-19, y lo inactivan. Lógicamente, si no tenemos a mano la posibilidad de utilizar agua y jabón siempre es conveniente tener disponible alcohol en gel, pero como una segunda opción.

Como conclusión, no veo útil el uso de guantes porque esto hace que las personas sientan una cierta seguridad y protección extra, que es inexistente y que alimenta esa sensación de inmunidad, abriendo las puertas de la ineficiencia (por autoinoculación y la propagación).

— Mascarillas sí, mascarillas no. A pesar de que la OMS solo las recomienda en los casos en que una persona sana atiende a otra enferma o si se tiene tos y estornudos, hay muchos países, como España que obligan a llevarla en, por ejemplo, el transporte público. ¿Qué opinas de su uso?

— Ante un agente infecciosos nuevo y altamente contagioso, el uso de mascarillas podría tener dos miradas, con razonamientos distintos. Por un lado, los expertos de la OMS expresan que para la mayoría de las personas, el uso del barbijo, es innecesario como protector porque, incluso, podría propagar otras infecciones más rápidamente. Este análisis está basado en que el uso de las mascarillas dan a las personas una idea falsa y la  sensación de seguridad, como ocurre con los guantes, lo que se traduce en evitar las medidas que sí son realmente efectivas como la higiene (de manos, ropa y todas aquellas regiones que pudieren haber estado en contacto -mesa, teclados, escaleras, pasamanos, impresoras, teléfonos celulares y fijos, etcétera-), el aislamiento y la distancia social. Además, al tener un cuerpo extraño en su rostro, el individuo comienza a reajustarlo permanentemente, aumentando, exponencialmente, las posibilidades de contaminación. Normalmente, y sin tener nada extra en el rostro, un estudio realizado en el año 2015, en Sydney, Australia, determinó que la gente se toca la cara, en una conducta instintiva, repetida e inconsciente, unas 23 veces por hora. Este comportamiento humano no solo favorece la infección, por autoinoculación, del nuevo coronavirus sino de otros agentes como el Staphylococcus aureus y de otros vectores causantes de enfermedades respiratorias. Es decir, la higiene de las manos es el método, preventivo y económico, esencial para romper ese ciclo de colonización y transmisión asociado con la autoinoculación, aplicable, también, para otras enfermedades cuya vía de entrada sean las mucosas.

Por otra parte, debemos considerar el periodo de incubación (tiempo que transcurre entre el contagio, o primer contacto, y la aparición de los signos y síntomas de la enfermedad) que podría llegar a los 14 días, y en promedio alrededor de 5 días, similar al SARS. En este periodo de tiempo el paciente, dependiendo de la enfermedad, podría ser capaz de transmitirla a otros; por lo tanto es un periodo que a cualquier persona de a pie le genera incertidumbre; de hecho, y según estudios epidemiológicos realizados en China, la proporción de transmisión en la fase de incubación fue del 48% para Singapur y el 62% para Tianjin.

Es decir, para contener la pandemia es necesario una combinación de medidas como el distanciamiento social y la detección temprana de portadores del coronavirus.

En mi opinión, considerando las dos miradas anteriores y el comportamiento humano, instintivo y podría decirse irracional, como puede ser rascarse o tocarse cualquier zona de la cara, la solución pasaría por cambiar los hábitos, o utilizar otros métodos, como por ejemplo un pañuelo desechable o el dorso de las manos; si utiliza lentes de contacto, y tiene la sensación de ojos secos, en lugar de frotarse con los dedos deberíamos utilizar gotas humectantes o los líquidos que se usan habitualmente en su conservación, entre otros ejemplos.

En lo que respecta a los transportes públicos deberían aplicarse las medidas sugeridas de distancia social, y hasta quizás el mejoramiento del servicio.

También, considero que realizar detecciones masivas es casi una utopía, imposible de sostener por cualquier sistema de salud actual, menos el de Argentina.

Por lo tanto, sí creo conveniente el uso de guantes quirúrgicos y barbijos en un entorno médico (hospitales, clínicas o consultorios), esto incluye al Personal de Enfermería, y a otros profesionales que forman parte del equipo de salud como pueden ser Farmacéuticos y su Personal de Farmacia, Bioquímicos, Odontólogos, etcétera.

También, considero preciso subrayar las recomendaciones de la OMS como son el lavado frecuente de manos, evitar tocar la cara y con ella los ojos, nariz y boca, realizar una higiene muy precisa de los ambientes y objetos de uso cotidiano, y mantener la distancia social (a mi criterio deberían ser entre dos y tres metros), así como quedarse en casa todo el tiempo que sea posible llegando a utilizar una mayor organización hogareña.

No obstante, es necesario diferenciar entre un barbijo y un tapaboca -los barbijos son más selectivos y el tapabocas tiene limitaciones con respecto a la filtración del aire-; a pesar de todo, este último es una herramienta más de protección cuando muchas personas de una comunidad son reacias a cumplir con las nuevas reglas o normas.

— ¿Cómo se está viviendo esta pandemia en Argentina?

— En Argentina, el primer caso confirmado se dio a conocer el 3 de marzo de 2020, y a la fecha existen 4.887 casos de personas infectadas y 260 muertes, lo que indica una tasa o índice de letalidad del 5,32%, en donde la provincia de Buenos Aires y la CABA son los distritos federales más afectados.

El 7 de marzo, el Ministerio de Salud, cuyo Ministro es el Dr. Ginés González García, confirmó la primera muerte del país (un hombre de 64 años que había viajado a Francia y que padecía enfermedades preexistentes que complicaron su cuadro, hasta llevarlo a la muerte).​

El 20 de marzo, el presidente Alberto Fernández anunció la aplicación de la Cuarentena a nivel país, denominada "Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO)"; inicialmente el plazo fue hasta el 31 de marzo, pero luego fue oficialmente extendida, y en varios periodos, hasta el actual 10 de mayo; aunque extraoficialmente ya se sabe que será nuevamente prolongada hasta el 26 de mayo.

Además, hace pocos días se oficializó el uso del tapaboca, como una herramienta más de protección, y en vista a que muchas personas no acataban las indicaciones.

Por su parte, en el lugar donde vivo y ejerzo mi profesión, en Tres algarrobos, al noroeste de la provincia de Buenos Aires, hasta el momento no hay ningún infectado, y por supuesto ninguna muerte por coronavirus. No obstante, a mi criterio, se están cumpliendo todos los protocolos de seguridad, con un comportamiento solidario y ejemplar de la población.

Como todos sabemos, Argentina se encuentra atravesando una grave crisis económica donde los índices, a diciembre de 2019, nos expresaban que tenemos una pobreza total del 40,8%, un nivel de indigencia del 8,9% y el 59,5% de los niños y adolescentes viven en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza. Además, observando el marco en el que se desarrolla la enfermedad de la Covid-19, algunos analistas estiman que ocurrirá una disminución del 3% del PBI, que claramente agravaría la situación. También, hace pocos días la CAME -Confederación Argentina de la Mediana Empresa- presentó un informe en el que las ventas, en promedio, en comercios minoristas retrocedieron un 57,6% en abril; rubros esenciales -Alimentos y Bebidas, Farmacias y Ferreterías- disminuyeron el 31% anual mientras que aquellos que permanecieron en cuarentena la baja promedio fue del 75%. Donde más se sintió la caída de ventas fue en panaderías y verdulerías, así como se da el caso de muchas faltantes de productos. @mundiario

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