EE UU desplegará buques en el Caribe rumbo a Venezuela para una 'operación antidrogas'

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El presidente de EE UU, Donald Trump, y el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por 56 países, en su reunión en la Casa Blanca en febrero / CNN.
No se descarta que esa medida genere un posible despliegue militar de la Fuerza Armada venezolana como respuesta defensiva a lo que el régimen de Maduro considera un intento de intervención.
EE UU desplegará buques en el Caribe rumbo a Venezuela para una 'operación antidrogas'

El círculo de presión se cierra en torno a la cúpula de poder del régimen de Nicolás Maduro. La estrategia total de Washington basada en su política exterior de cambio de régimen y transición de poder en un Estado (el venezolano) al que considera totalitario y forajido, se posa como una realidad ineludible que va mucho más allá del conflicto político interno entre dos bloques de poder; el chavismo y el llamado gobierno interino de Juan Guaidó, líder opositor reconocido por 56 países como presidente encargado de Venezuela.

Y es que el pulso geopolítico por el dominio geoestratégico, diplomático y financiero de la crisis venezolana en alineación con la agenda expansionista de Estados Unidos ha subido de nivel este miércoles al conocerse que la Administración de Donald Trump anunciará muy pronto que EE UU desplegará y movilizará en el Mar Caribe un buque de la Armada norteamericana con rumbo hacia las costas de Venezuela para ejecutar una operación antidrogas, reportó hoy la agencia Associated Press (AP) tras consultar y confirmar esa inminente medida con tres fuentes ligadas a la Casa Blanca. 

El despliegue podría ser anunciado este o antes del próximo miércoles, según las fuentes, que prefirieron hablar en condición de anonimato antes del anuncio oficial por parte de Washington.

No se descarta que esa medida genere un posible despliegue militar de la Fuerza Armada venezolana como respuesta defensiva a lo que el régimen de Maduro considera un intento de intervención rápida en el país para deponer al mandatario socialista y a su cúpula castrense del poder. 

Esa misión es parte de un compromiso previamente anunciado por EE UU para reforzar sus operaciones antinarcóticos en la lucha de larga data contra el flagelo del narcotráfico en el hemisferio. Una vez que Washington anunció una recompensa de hasta 15 millones de dólares efectivo por la captura o información que conlleve a la aprehensión de Maduro, dos ex funcionarios de alto rango del Ejército y el dispositivo de Contrainteligencia Militar venezolano, Cliver Alcalá y Hugo Carvajal, se entregaron a la DEA (Drug Enforcement Agency; Agencia Antinarcóticos) de EE UU.

Con esta estrategia, EE UU podría iniciar una operación que iría mucho más allá de la contención del flujo de la droga desde Venezuela hacia el Caribe y de ahí a México, pues no se descarta el escenario de que Washington trate de levantar un cerco en el mar territorial venezolano y sus límites con aguas internacionales para imponer un bloqueo naval que obstruya la salida de buques venezolanos con cargamentos de oro extraído de las arcas públicas y petróleo con destino a Rusia, Turquía y China por parte del régimen de Maduro para obtener financiamiento en evasión a las asfixiantes sanciones petroleras, comerciales y económicas activadas por la Casa Blanca desde 2018, las cuales disminuyen cada vez más la capacidad de Maduro y su cúpula para sostener su estructura de monopolios y retener el poder de la nación.


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Esa operación de carácter policial-militar internacional ya había sido estudiada en la Casa Blanca, pero ahora cobra mayor urgencia luego de que la semana pasada el fiscal general de EE UU presentara oficialmente una acusación formal contra el presidente de facto de Venezuela, Nicolás Maduro, por los cargos de narcotráfico, corrupción y lavado de dinero en coordinación con la élite militar de la Fuerza Armada venezolana agrupada en un presunto comando de narcotráfico llamado 'Cártel de los Soles' y en alianza con células disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la última guerrilla y escuadrón paramilitar que existió en América Latina. 

Además, esta potencial operación militar estadounidense se desencadena un día después de que, ayer, 31 de marzo, el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, anunciara la propuesta de la Casa Blanca para una transición política en Venezuela en el marco de un plan que consiste en la conformación de un Consejo de Estado integrado por los diputados oficialistas y opositores de la Asamblea Nacional (Parlamento) sin la participación de Nicolás Maduro ni Juan Guaidó como presidentes, de forma que ese cuerpo político sirva como Gobierno provisional mientras se organizan nuevas elecciones presidenciales y se aplican medidas de mitigación, financiamiento y recuperación a la crisis social y económica del país.

El régimen de Maduro rechazó unas horas después la propuesta de Washington y hoy salió a la luz pública esta nueva fase en la escalada de presión de Trump contra el para-Estado del chavismo con el aparente objetivo de aplicar disuasión militar indirecta (posicionamiento armado y bloqueo naval) para llevar a Maduro a una negociación del poder bajo coacción y garantías provistas por el Gobierno de EE UU hacia él y su círculo de altos funcionarios civiles y militares, también acusados de narcotráfico y requeridos por la justicia norteamericana. 

La Administración Trump ha insistido desde hace más de un año que "todas las opciones están sobre la mesa para remover a Maduro del poder, incluida la opción militar", aunque todavía no haya indicio de que, al menos por ahora, EE UU planee algún tipo de operación de intervención militar rápida en Venezuela como lo hizo en 1989 en Panamá para deponer al entonces presidente y dictador de ese país centroamericano, Manuel Noriega, por el mismo delito que Washington le imputó a Maduro; narcotráfico. @mundiario

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