La conducta de la princesa Letizia Ortiz resulta díficílmente calificable
Sucedió en un brindis. Doña Letizia permaneció impasible, ni levantó la copa ni bebió, lo que es toda una afrenta a la institución y lo que representa...
En el protocolario y significativo reciente acto de celebración de la Hispanidad, se hizo el preceptivo brindis por España y por el Rey. En el protocolario y significativo reciente acto de celebración de la Hispanidad, se hizo el preceptivo brindis por España y por el Rey. Doña Letizia permaneció impasible, ni levantó la copa ni bebió, lo que es toda una afrenta a la institución y lo que representa.
A Letizia Ortiz le pasó algo parecido a lo sucedido con Zapatero, cuando no se levantó en aquel desfile de la Victoria. Los norteamericanos a día de hoy siguen recordando como una de las ofensas sociales más grandes perpetradas por un dignatario europeo.
Esta actitud de Letizia ha hecho correr rumores de todo tipo… y, buscando un argumento de peso a algo inexplicable, el más exculpatorio ha sido que podría estar embarazada… al menos una razón imperiosa de salud podría justificar este gesto muy difícil de calificar… esperemos que por nuestro bien, ésta haya sido la razón…
Sin embargo, los expertos en protocolo han aclarado que ni así, ya que el gesto hubiera sido correcto con que se llevara la copa a los labios, sin ingerir una sola gota de alcohol, lo que no afectaría al hipotético feto, de hecho es lo que hacen habitualmente las embarazadas reales en brindis similares.
Otra de las razones es que fuera una ex alcohólica y que el mero contacto con el licor podría haber hecho peligrar su rehabilitación.. algo también negado por sus más cercanos..
También los letiziólogos recuerdan que, siendo todavía novia del Príncipe en un acto en la Comunidad de Madrid, se corrió el falso rumor de que en su mesa ella levantó su copa e hizo el brindis popular con la copa de “Arriba, abajo, adentro y pa¨dentro”, lo que fue la comidilla del “todo Madrid”, encantado en criticar la falta de “saber estar” de la que era una advenediza en la corte de los Borbones.
Tempranas críticas que hicieron mella en el comportamiento de la princesa y en las que los expertos ven la falta de espontaneidad y rigidez de la Letizia posterior…
Tal vez el impacto de aquel brindis legendario, la bloqueó ante este brindis público, pero entre aquel y éste se han sucedido muchos otros sin constatarse rebelión alguna.. Entrar en otras justificaciones es delicado… ¿Irresponsabilidad? ¿Ganas de notoriedad?... ¿Desafío a las instituciones?... ¿Necedad?..., incluso se ha hablado de un “guiño al republicanismo” que francamente ya sería el colmo…
Y entre gestos como estos, esas afirmaciones de querer ser princesa de Lunes a Viernes, la improtocolaria minifalda del Papa y sobre todo la impopularísima y frívola imagen reciente de adicta a la cirugía y el retoque estético, flaco favor le está haciendo a una monarquía que está en la picota, y a la que se le sacará punta por cualquier gesto equívoco.