La dictadura comunista de Cuba, el verdadero foco del mal castrochavista

Miguel Díaz-Canel, sucesor de Raúl Castro. /  @CubaMINREX (Twitter)
Miguel Díaz-Canel, sucesor de Raúl Castro. / @CubaMINREX (Twitter)
La ilegalización de esas organizaciones criminales y totalitarias, mal llamadas partidos políticos, permitiría que jamás vuelvan las fuerzas castrochavistas al poder por la vía electoral.
La dictadura comunista de Cuba, el verdadero foco del mal castrochavista

Las criminales, nauseabundas y totalitarias dictaduras socialistas en Bolivia con Evo Morales; en Nicaragua con Daniel Ortega y en Venezuela con Nicolás Maduro, se mantienen y se mantendrán porque existe otra dictadura, de 60 largos años, que a través de su servicio de inteligencia y su ejército están en estos 3 países indoamericanos, me refiero a la dictadura comunista de Cuba que es el verdadero foco del mal castrochavista.

La dictadura cubana, que en verdad es un imperio socialista, se ha perfeccionado en la infiltración militar como sucedió en la isla caribeña Granada y en los países africanos, Angola, Etiopía y Mozambique, so pretexto de “lucha por la independencia”. Sumado que, tras bambalinas, tiene el apoyo económico, político y militar de dos dictaduras siniestras como la Rusia de Putin y la teocrática musulmana de Irán, y si ésto le parece poco, que no lo es, la dictadura comunista cubana tiene grandes fondos económicos tras el lavado de activos que hacen dos organizaciones terroristas como las FARC (Colombia)  y Hezbolá (Líbano).

Hoy he llegado al punto de total convencimiento de creer y proponer que se debe aplicar inmediatamente el artículo 3°  del TIAR; en total concordancia legal con el artículo 51° de la Carta de las Naciones Unidas), para acabar con estas dictaduras criminales, pero primero se debe aplicar en Cuba porque es el verdadero foco del mal castrochavista para que, en efecto dominó, caigan las asesinas dictaduras en Bolivia, Nicaragua y Venezuela, sumado a que la DEA haga una operación de redada de mafiosos narcotraficantes y se lleve a la prisión, obviamente en Guantánamo, a Raúl Castro, Miguel Díaz – Canel, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y demás criminales que la deben pagar caro por tantos delitos que han cometido, incluyendo la traición a la Patria, por hipotecar a sus países, a la diplomacia del rublo, como genialmente escribió Víctor Raúl Haya de la Torre líder fundador del APRA, de la Rusia del dictador Vladimir Putin.

La aplicación del TIAR en Cuba sería un inmenso grito de libertad, jamás escuchado en Indoamérica, ya que en 60 años no han existido ningún tipo de libertades políticas por culpa del dictador Fidel Castro, régimen dictatorial seguido por el hermano menor Raúl Castro y su aprendiz – testaferro Díaz – Canel.

Los Estados Unidos de América, bajo el liderazgo del Presidente Trump, debe formar una coalición militar con naciones hermanas como El Salvador del Presidente Bukele, Honduras del Presidente Hernández, Brasil del Presidente Bolsonaro, Colombia del Presidente Duque y Paraguay del Presidente Abdo, de dicha manera se pondría fin a una cruel dictadura, que en 60 años, han asesinado a más de 200, 000 cubanos desde los que huyen de esa isla del infierno comunista, para ser devorados por tiburones, hasta los que son arrestados y fusilados por no ser comunistas.

El Presidente Trump puede convertir a nuestro hemisferio, en el primero del mundo, en ser libre de dictaduras asesinas y criminales.

En el caso cubano, al ser derrocados los Castro y Díaz – Canel, se puede formar una Junta de Gobierno, integrada por las Damas de Blanco, María Payá Acevedo, hija de ese gran líder Oswaldo Payá vilmente asesinado por la dictadura comunista, y José Daniel Ferrer, gran líder de la resistencia cubana, hoy cruelmente torturado por la dictadura castrochavista y que podría morir.

Esta Junta de Gobierno tendría el deber de convocar elecciones generales en Cuba e ilegalizar al Partido Comunista Cubano por ser una organización criminal; mueve millones de dólares por el narcotráfico,  y totalitaria.

Situación similar sería en Venezuela, donde tras la caída del impresentable usurpador, asumiría las riendas del poder interino, el diputado Juan Guaidó, Presidente de la Asamblea Nacional, que llamaría a elecciones generales e ilegalizaría  al Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), de los dictadores Chávez y Maduro, como al Partido Comunista, y demás pequeños partidos castrochavistas, que han sostenido al chavismo por 20años.

La ilegalización de esas organizaciones criminales y totalitarias, mal llamadas partidos políticos, permitiría que jamás vuelvan las fuerzas castrochavistas al poder por la vía electoral.

Presiento que algunos de mis amigos lectores dirán, en sus mentes, que soy fantasioso o idealista o radical, pero les recuerdo algunos sucesos políticos que han pasado:

Primero: Ayer, 9 de septiembre, se conmemoró los 30 años de la caída del nefasto muro de Berlín que fue el más criminal símbolo de la dictadura del Imperio Soviético, como genialmente denominó Haya de la Torre, que originó que en Navidad de 1991, el dictador Gorbachov disolviera el otrora todopoderoso Imperio Soviético, cosa impensable cuando mis padres y abuelos eran niños. ¿No?

Segundo: La fulminante caída del dictador comunista rumano Nicolás Ceausescu, con su esposa Elena, que creyéndose tan poderosos fueron fusilados en la Navidad de 1989. A la larga, tanto totalitarismo comunista les sirvió para que acabaran como muchos rumanos que mandaron al paredón. ¡La vida es irónica!

Tercero: La caída y muerte del también dictador socialista, el libio Omar Gadafi que fue muy cruel y malo en vida. La guerra civil acabó con la dictadura y la vida del funesto dictador, como todos bien recordamos, un 21 de octubre del 2011. No me olvidó de ese día porque fui electo Asambleísta Universitario en la Universidad Nacional Federico Villarreal donde estudié mis 5 años de Ciencia Política.

Si la Alemania Oriental cayó, lo mismo pasó con la toda poderosa Unión Soviética, la Rumania comunista y la Libia del socialista Gadafi, estoy totalmente convencido que las siniestras dictaduras en Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela van a caer y; por consiguiente, se escuchará el mayor grito de libertad jamás oído en nuestro hemisferio.

¡Abajo las dictaduras criminales, socialistas y totalitarias!

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