Nueve detenidos tras la decapitación de un profesor de secundaria en París

Emmanuel Macron. / TeleNoche
Emmanuel Macron. / TeleNoche

La víctima había dado clases sobre la libertad de expresión y las caricaturas de Mahoma publicadas en Charlie Hebdo. El terrorismo golpea esta vez  al corazón de la República, que es la escuela, y la decapitación se ha calificado de atentado terrorista.

Nueve detenidos tras la decapitación de un profesor de secundaria en París

Este sábado 17 de octubre nos hemos estremecido con una terrible noticia venida de Francia: un islamista radicalizado de nacionalidad rusa degolló a Samuel Paty, un profesor de geografía e historia, al salir del colegio donde enseñaba en la ciudad de París, capital de Francia. El autor de la decapitación del profesor francés –un joven de 18 años ruso de origen checheno– tenía estatuto de refugiado y no era objetivo de los servicios de seguridad. Fue abatido por disparos de la policía y hay al menos nueve detenidos, entre ellos los padres, el abuelo y el hermano menor del autor.

Este profesor de geografía e historia enseñó a sus alumnos la importancia de la libertad de expresión y de la tolerancia a quienes tienen el derecho en creer en Dios como no creer, pero al parecer algunos de sus alumnos musulmanes se quejaron ante sus padres por el espíritu tolerante de su profesor lo cual, lamentablemente, es una ofensa para algunos musulmanes franceses que desean que la sharía sea la única ley que rija el destino de todos los hombres. Precisamente este profesor había dado clases sobre la libertad de expresión y las caricaturas de Mahoma publicadas en Charlie Hebdo.

El gran politólogo italiano Giovani Sartori sostiene que el islam es incompatible con los valores de la libertad de la civilización occidental. Lo también cierto, a mi criterio, es que estos viles atentados terroristas islámicos en Francia constituyen la clara demostración del fracaso que representa, al menos en parte, el multiculturalismo, porque lo crudo de la realidad es que una parte de los ciudadanos musulmanes radicalizados no se asimilan a la civilización occidental, más bien manifiestan una terrible intolerancia al grado que hay islamistas que pretenden que la sharía sea la única ley que rija a todos los seres humanos.

En lo personal, veo con buenos ojos al presidente Macron porque representa la esencia de la Francia republicana, pero él debe entender el fiasco que es, a veces, el multiculturalismo y debe imponer políticas de seguimiento a los islamistas más radicales que hay en suelo francés, porque estos delitos no deben volver a darse ni en Francia ni en ninguna parte de la civilización occidental. @mundiario

DOCUMENTACIÓN
Islamista, en línea con su segunda acepción, es aquella persona partidaria del integrismo musulmán y todo lo relativo a este. A pesar de tener la misma raíz etimológica no debemos confundir la palabra islamista con las personas practicantes del islam, que son las denominadas musulmanes.
Desde el ataque, en 2012, contra una escuela judía en Toulouse, Francia ha sufrido 54 actos de terrorismo islamista, con un balance de 290 muertos, según un informe del instituto Fondapol. La decapitación del profesor Samuel Patyel no es el primer asesinato con este método, pero sí –como observa El País– el primero en golpear el corazón de la República francesa, que es la escuela. @mundiario

 

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