De crisis a emergencia humanitaria: así viven el coronavirus los médicos venezolanos

Médicos con mascarillas. / RR SS
Médicos con mascarillas. / RR SS
Los médicos y el personal de salud deben reutilizar mascarillas y guantes por tiempo indefinido. 187 profesionales de la salud han fallecido durante la pandemia, de acuerdo a la ONG Médicos Unidos de Venezuela.
De crisis a emergencia humanitaria: así viven el coronavirus los médicos venezolanos

El coronavirus agarra a Venezuela como un paciente sin defensas. Ya son más de 20 años de desidia del régimen chavista que han acabado con el sistema de salud. Transcurren 192 días de confinamiento.

La escasez de medicamentos e insumos médicos, la interrupción del suministro de servicios públicos básicos como el agua y la electricidad, en los centros de salud y la emigración de cientos de trabajadores sanitarios, han provocado una reducción progresiva de la capacidad de proveer atención médica, en medio de la pandemia que  va sumando al menos 68.453 contagios: 10.115 están activos, 57.774 recuperados (84%), 4.662 en hospitales, 5.029 en CDI, 424 en clínicas privadas y 564 fallecidos, según las cifras del régimen, con la cual difiere el gremio de la salud .

En los 301 hospitales que hay en Venezuela, los pacientes y el personal de la salud, se ven obligados a llevar su propia agua para consumo, para lavarse las manos e incluso, para limpiar insumos quirúrgicos y, hasta para descargar los inodoros. En el país caribeño, la escasa disponibilidad de pruebas confiables, la total falta de transparencia y la persecución contra profesionales de la salud y periodistas que cuestionan la versión oficial, es el detonante del cada día.

Gobierno negligente

"En noviembre, el mundo ya sabía de la gravedad de la enfermedad, crecía la muerte de personas de los grupos vulnerables; pero el Gobierno de Venezuela ha sido negligente, incluso, en enero alertamos sobre la base de los informes que emitía la OMS y ya decían que se trataba de una epidemia", relata a MUNDIARIO Jaime Lorenzo, directivo de Médicos Unidos de Venezuela, una ONG conformada en el 2016, para denunciar las constantes deficiencias del sistema de Salud Venezolano.


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Lorenzo recuerda que en marzo, cuando se decreta la pandemia, realizaron una encuesta para determinar el nivel de conocimiento del tema por parte del sector de la salud. "El personal médico no tenía conocimiento de la enfermedad rara, asociada a infecciones respiratorias agudas graves, que es la nomenclatura para las enfermedades, que no tienen nombre y apellido", asegura a MUNDIARIO. En la consulta evaluaron los servicios de radiología tomografía, y lo fundamental, el material de protección mínima que de momento era: cloro detergente, tapabocas y guantes. El resultado de la encuesta dejó al desnudo que el coronavirus los llevaría por un camino escabroso y a la deriva. "Monitor salud, un equipo conformado por enfermeros y el resto del personal de salud, revisa la dotación de tapabocas, guantes, cloro y bactericida, y confirma que más del 70% de los establecimientos adolecen de todo esto. El personal debe reutilizar los tapabocas o utilizar unos artesanales, no hay agua, hay falla en el material de limpieza", expresa. El único material de bioprotección lo han recibido de la OPS, la Unicef, la Cruz Roja y otras ONG, para el resguardo de los sanitarios, sobre todo el que esta en la primera línea del equipo de salud, lo que deja al descubierto que los sanitarios, están cuerpo a cuerpo con el virus.

La situación es pública y notoria, cientos de protestas realizan a diario para reclamar equipos de protección. Edicson Hernández Camillero y Delegado de Prevención del Hospital Luis Razetti denuncia la falta de equipos EPP: "Nos estamos enfermando, nos estamos muriendo y el Gobierno nacional y regional no hacen nada", cuenta a este medio.

Médicos en la miseria

A la crisis sanitaria, se suma el éxodo de los profesionales de la salud. Según Lorenzo, al menos 33 mil médicos han emigrado, 60% del personal de enfermería también abandonó el país y en los laboratorios las bajas rondan el 65%. Lo más grave es que no funcionan por parte de reactivos. Y es que el salario de los profesionales de la salud se ubica en un rango de miseria: un médico con 30 años de graduado devenga entre 23$ a 25$ mensuales; un médico joven que esta comenzando gana entre 8$ a 12 $ haciendo guardias de 24 horas y las enfermeras entre 6$ a 9 $ mensuales.

De hecho, algunos organismos internacionales como la Human Rights Watch y los Centros de Salud Pública y Derechos Humanos y de Salud Humanitaria de la Universidad Johns Hopkins, han alertado la crisis del sistema de salud venezolano para atender la pandemia. “La crisis humanitaria en Venezuela y el colapso del sistema de salud, han generado una peligrosa situación que favorece una rápida propagación del virus en la población en general, condiciones de trabajo inseguras para el personal de salud y un alto índice de mortalidad entre pacientes que necesitan tratamiento en hospitales”, observa la Dra. Kathleen Page, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y los Centros Johns Hopkins. Los sanitarios que no se han ido del país, van dejando su vida a causa de la pandemia. A día de hoy, 187 profesionales de la salud han fallecido en Venezuela durante la pandemia, de acuerdo a Médicos Unidos de Venezuela.

Un solo centro para PCR

Esta ONG no solo contabiliza a los que han dado positivo: también se apoya en observaciones clínicas, epidemiológicas y radiológicas para afirmar que algunos trabajadores han perdido la vida a causa del nuevo coronavirus. Mientras no se tengan suficientes pruebas PCR para saber qué pasa es imposible hablar de un control de la enfermedad y es grande el riesgo de contagio, destaca el especialista en administración sanitaria.

El país cuenta con un solo centro para realizar las pruebas PCR, que está en Caracas, la capital. Se trata de un laboratorio privado, que ha sido tomado por el Gobierno. Las pruebas llegan desde los distintos estados o  municipios. Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV), asegura que hay zonas del país en donde las personas tienen que esperar hasta 14 días por un diagnóstico. “Hay tanta improvisación con los descartes que el resultado que reciben las personas es un papel en donde apenas le notifican que tiene el virus, pero no hay mayores datos. Es por eso que no creemos en las cifras que da el Gobierno”, afirma.

A pesar del caos y lo dantesco que resulten las escenas en los hospitales, los médicos se resisten a que los pacientes mueran en sus casas. "Hay algunos que pueden ser manejados en sus casas, con antigripal e hidratación, pero quien tiene la enfermedad debe ir al hospital, donde hay un recurso humano preparado, en medio de la crisis, para hacer frente y ayudarles a salvar sus vidas", cierra Jaime Lorenzo. @mundiario

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