Cortinas de humo para tapar la crisis política de la monarquía

rey de españa
Una imagen institucional de Juan Carlos I como rey de España.
Antes o después será público lo que hasta ahora se ha querido esconder y el descrédito golpeará a quien lo hizo, lógicamente, pero también a quien no es sólo sucesor, sino hijo y hasta el domingo pasado, conviviente.
Cortinas de humo para tapar la crisis política de la monarquía

Las plumas silenciadas por los medios de comunicación durante un cuarto de siglo publican ahora abundantes informaciones sobre las actividades, desconocidas por la opinión pública, del rey emérito.  Amistades galantes y sobre todo amistades peligrosas, entre las que sobresalen nombres que formaron parte de la crónica judicial de este país por asuntos de corrupción. También sátrapas varios, presentados como amigos fraternales. La conexión entre todos ellos parece ser el flujo dinerario, siempre en la misma dirección, el tesoro privado del monarca, sustraído a la Hacienda Pública y en clara contradicción con los valores que encarna la Jefatura del Estado.

Al tiempo se dibuja una línea argumental que si no exonera al menos dulcifica el impacto de las noticias: una amiga íntima del anterior Rey traiciona su confianza y cuenta a testigos indiscretos, dejándose grabar, detalles condenatorios. Sin embargo en sede judicial ofrece una versión diferente. La credibilidad de alguno de los circunstantes es dudosa, los intereses de esa maniobra están por aclarar, la veracidad debe ponerse en tela de juicio. Pero la maniobra distrae de algo más grave que se habría producido durante muchos años, según las informaciones disponibles. Al tiempo se comienza a deslizar el posible acuerdo con la Fiscalía para regularizar algunas de las actuaciones, todas posteriores a 2014 y evitar que el procedimiento continúe. Como aspecto colateral muy relevante, la Fiscalía suiza que ha iniciado la investigación, no se sentirá concernida por el posible acuerdo al que se llegue en España.

Ni una palabra, ni una pregunta, sobre las empresas españolas involucradas, ni sobre el grado de conocimiento que sucesivos Gobiernos tuvieron, del que es buena muestra el viaje de un alto funcionario, el director del CNI, a Londres para tratar de convencer a la citada mujer. Lo cual demuestra que en ese momento el Gobierno tenía un grado muy elevado de información como corresponde a las responsabilidades del citado funcionario. Al que ahora se acaba de premiar con una relativa sinecura en Iberdrola, empresa que también contrataba al autor de las grabaciones antes aludidas.

Para contrarrestar las noticias negativas el actual Rey ha efectuado una gira por las comunidades autónomas, saldada con éxito relativo. El objetivo de presentarlo como persona próxima, que escucha a ciudadanos de toda condición, se ha encontrado con la imposibilidad de tener presencia en Cataluña, las protestas en el País Vasco, o la irrelevancia de algunos de los encuentros mantenidos. El alejamiento habitual del Rey con respecto a los problemas de la sociedad, salvo los discursos protocolarios, no ayuda a crear una imagen de proximidad o calidez. A pesar de que sobran temas en los que podría jugar un papel de impulso sin perjuicio de la actividad gubernamental en dichos campos: artes, ciencia, educación, naturaleza, etc. Áreas que, mediante fundaciones u otros instrumentos semejantes, pudiesen dar cuerpo a ideas y valores de nuestro tiempo.

Antes o después será público lo que hasta ahora se ha querido esconder y el descrédito golpeará a quien lo hizo, lógicamente, pero también a quien no es sólo sucesor, sino hijo y hasta el domingo pasado, conviviente. Incluso a la luz de lo que ahora sabemos, la conducta de quienes eran hija y yerno del primero, hermana y cuñado del segundo, cobra ahora nueva dimensión.

Envolver todo ello en crónica rosa de amantes separados, no será creíble. Ni los medios de hoy lo consentirán, ni la opinión pública lo aceptará. Los desabridos comentarios de dirigentes de Podemos, PNV, ERC y otros así lo indican. Por otra parte un grupo numeroso de diputados de varios grupos ha registrado una iniciativa pidiendo la investigación de las empresas públicas que aparecen en los documentos conocidos. Es mejor camino para arrojar luz. @mundiario

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