La confianza del consumidor español en la economía volvió a caer a mínimos en agosto

Una tienda de ropa. / RR SS
Apenas un solo cliente atendido por una vendedora en una tienda de ropa en Barcelona / eleconomista.es

Esa contracción podría representar una pérdida de hasta 10.000 millones de euros para el sector servicios y el de supermercados debido a la baja demanda ante el período de austeridad económica que vive el país.

La confianza del consumidor español en la economía volvió a caer a mínimos en agosto

Uno de los efectos más perjudiciales que la pandemia de coronavirus ha tenido sobre España es que los principales agentes y toda la red de consumidores en cada sector percibe la situación interna como un estado de desgaste socioeconómico que podría conducir al país a una involución difícilmente contenible para el Gobierno.

Y es que la confianza de los consumidores empeoró en agosto hasta volver a los mínimos marcados en abril -en pleno estado de alarma y confinamiento por la pandemia de la COVID-19- y en niveles similares a los de los peores momentos de 2012 y 2008.


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Esto implica que, tras la caída del 40% en el consumo durante el estallido de la pandemia, se generó una especie de efecto dominó sobre la industria y el sector empresarial, pues con menores liquidaciones de inventarios, los flujos de caja mermaron y se colocaron en negativo, lo que causó un ciclo de poca oferta y baja demanda, cuya consecuencia directa fue el agravamiento de esa percepción social ligada a la poca confianza en una mejora o corrección espontánea de la economía. 

Según el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) publicado este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), esa confianza “se situó en agosto en 49,9 puntos, 3,2 por debajo del dato del mes anterior, con peores valoraciones, tanto de la situación actual como, sobre todo, de las expectativas de futuro”.

Por lo tanto, esa contracción podría representar una pérdida de hasta 10.000 millones de euros para el sector servicios y el de supermercados debido a la baja demanda ante el período de austeridad económica que vive la población española. @mundiario

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