La Comisión Europea recibe el borrador del abultado presupuesto de España para evaluarlo
La cuarta economía de la Unión Europea busca financiamiento y busca contar con una arquitectura de capitales lo suficientemente sólida como para enfrentar un año de extrema recesión en el que la pandemia no dará tregua, pues de ese presupuesto depende en gran parte la recuperación del 7% del PIB proyectada para 2021 por el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Y es que la Comisión Europea ya ha recibido el plan presupuestario de España para 2021 enviado por el Gobierno para su evaluación, que este año estará marcada por la suspensión de las normas de disciplina fiscal comunitaria, el principal parámetro que utiliza Bruselas en su examen presupuestario.
Quizás también te interese:
Es decir, debido a la pandemia y a que el alto buró financiero europeo en la cúpula de poder de la UE en Bruselas ordenó la estimulación sin techo del gasto, España trata de recibir la aprobación de un presupuesto más alto de lo normal, mediante el cual busca reconstruir flujos de inversión, nuevas exenciones fiscales, condiciones más favorables a nivel comercial por su disponibilidad de fondos y una mayor rentabilidad derivada del rescate europeo en caso de que llegue a invertirlo en la recuperación de las empresas para reanimar las exportaciones españolas.
El Gobierno remitió este pasado jueves el documento, que incluye los 27.436 millones de euros que se recibirán del Fondo de Recuperación Europeo el año próximo, la subida o creación de nuevos impuestos para recaudar 6.847 millones más, o la revalorización de las pensiones, entre otras medidas previstas, según reseñó la agencia EFE.
Por lo tanto, el impacto de esta medida es esencialmente clave para entender cómo el Gobierno de Pedro Sánchez distribuirá y administrar los capitales de emergencia a fin de restarle fuerza al ciclo de recesión y volver a acelerar el patrón de generación de riqueza, el aumento en la captación de impuestos, la recuperación de los empleos y, lo más importante, el saneamiento de sus cuentas públicas, enrojecidas por un déficit fiscal del 3% del PIB y una exorbitante deuda del 123% del valor total de la economía, es decir, más del doble de lo que produce España. @mundiario
