Las dos caras de las medidas electorales en la política

La elección directa de alcaldes implicaría cambios en el sistema electoral
Elecciones. / Archivo.

Las medidas electorales pueden generar una imagen de los gobiernos que las promueven. ¿Qué puede haber detrás de estos escenarios?

Las dos caras de las medidas electorales en la política

Los gobiernos tienden a ser medidos por el mundo según su gestión y aquello que estas implican. Elementos como los derechos humanos salen a flote durante los períodos de transición casi como una garantía social. Lo anterior se debe a que cada gobierno, sin importar su ideología o tendencias, cultiva sus intenciones y los pueblos se pueden ver afectados por ellas.

Las medidas electorales son procesos que tienen, por concepto, una carga democrática inherente al poder que se le otorga al pueblo de elegir a sus líderes. Las naciones que permiten y promueven estos procesos entienden el trasfondo de las mismas y el hecho de habilitar esta posibilidad no necesariamente implica buenas intenciones.

Los sistemas políticos que permiten elecciones dotan a la sociedad que conforma a la nación con la facultad de poder optar por las propuestas disponibles. ¿Qué sucede cuando los candidatos se interpretan como un enlace para la misma única opción?

Existen gobiernos de ideologías totalitarias que promueven las elecciones argumentadas en ámbitos democráticos para producir simulaciones electorales que, a nivel internacional, se pueden interpretar como procesos legítimos. Indiferentemente de cumplir con un proceso electoral, el pueblo puede estar encerrado en una única alternativa preestablecida que prolongue la estadía de un gobierno que se encuentra vulnerando el filtro de las leyes. @mundiario

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