La camaradería entre peregrinos se observa a lo largo del Camino

Feliz 2021. / FrAn LaREo
Feliz 2021. / FrAn LaREo

Los peregrinos que inician el Camino en O Cebreiro observan la cordialidad de los otros peregrinos que descansan del recorrido del día, mientras comentan la etapa siguiente.

La camaradería entre peregrinos se observa a lo largo del Camino

Veamos algunas anécdotas ocurridas al grupo de peregrinos que se unen para desde allí llegar a Compostela. A partir de las primeras horas de la tarde del primer día, el 7 de Agosto de 1992, empiezan a llegar  los peregrinos andando, llegan cansados, con sus grandes mochilas y sacos de dormir enrollados a cuestas. Algún grupo numeroso suele traer coche de apoyo para las tiendas de campaña.

Si hace buen tiempo extienden las tiendas alrededor de la Iglesia y los peregrinos descansan, en caso de lluvia todos se refugian en las pallozas o en el bar del Hostal, donde se sella la credencial.

Es lo que ocurre este día, 40 o 50 peregrinos ocupan las mesas, mientras afuera cae una tremenda granizada tamaño de canicas, es difícil ver otra granizada de tal tamaño. Los partes meteorológicos anuncian lluvia sobre toda la península para el día siguiente.

Los problemas imprevistos que aparecen deben solucionarse sobre la marcha. A un componente del grupo que desde allí empieza el camino se le rompen las zapatillas, el caucho estaba reseco y al contacto con la lluvia se abren por la mitad. La primera reacción es ponerse pálido. La segunda preguntar donde se pueden comprar otras, no precisamente aquí que no hay tiendas, hay que buscar un medio de transporte para ir al pueblo cercano, buscar al dueño, si la tienda ya está cerrada, pero ¿y si este hecho ocurren en el monte?

A la vuelta, entre risas, un componente del grupo dice -"parece que las zapatillas se han asustado al conocer que todavía faltan 151 kms."- El Hostal es un sitio acogedor, lleno de jóvenes con mochilas, bordón, zapatillas, gorros. Hay animación. Lo atienden un matrimonio y su hijo. Pilar es pariente de don Elías, mujer animosa y cordial, con la gracia melosa de la mujer gallega.

Su marido ayudó a D. Elías a marcar el camino. Pilar va de una a otra mesa, preguntado a la hora de la cena si todo está a gusto del comensal, solucionando los pequeños problemas, todo amabilidad y sonrisas. La cena es de las especialidades de la región, Caldo Gallego y Carne de Ternera, de postre queso "do Cebreiro".          

El hijo del matrimonio Luisito, ya Luis, se ofrece para preparar una "Queimada". Luis siempre anda bromeando con los peregrinos -"¿La preparamos de dos litros?"- "Sólo somos cuatro"-. - "Pero podéis invitar a los de otras mesas."-

"Luisito" hecha el aguardiente en un barreño de barro, añade azúcar, cáscaras de limón, granos de café, prende fuego, y va revolviendo y levantando el cazo, produciendo unas espectaculares llamas azules y amarillas. El cazo llameante deja caer el contenido desde lo alto, el líquido ardiente va bajando los grados del aguardiente, todo un espectáculo para los peregrinos de otras regiones y países.

Antes de apagar la queimada, se suele decir un conjuro para ahuyentar las brujas y los males del alma que se queman purificándose, y acercar los espíritus de los amigos que están lejos.

La queimada resbala caliente por la garganta mientras se invita a los demás peregrinos. Uno suelta un "Aturuxo" grito celta de alegría y desafío. @mundiario

(Continuará)

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