Bruselas tira la toalla del Brexit tras el incontestable triunfo de Johnson

Sede de la Unión Europea en Bruselas. / europa.eu
Sede de la Unión Europea en Bruselas. / europa.eu
La Comisión Europea ya no ve escapatoria al divorcio y los líderes de los Estados empiezan a prepararse mentalmente para el golpe.
Bruselas tira la toalla del Brexit tras el incontestable triunfo de Johnson

La esperanza se ha difuminado de forma definitiva en Bruselas. La victoria arrolladora de Boris Johnson en las elecciones del Reino Unido hace que, ahora sí, el Brexit sea ya inevitable y, como mucho, la isla permanecerá en la Unión Europea hasta el 31 de enero. Conscientes de lo que se avecina, el club continental está urgido por pasar de página cuanto antes tras tres años de negociaciones que terminaron convirtiéndose en una lucha diplomática y económica sin cuartel. Salvo algún timonazo de último momento, el Parlamento británico aprobará el divorcio de la UE próximamente.

Ursula von der Leyen y Charles Michel, presidenta de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, respectivamente, se comunicaron con Boris Johnson para felicitarlo por el triunfo, y dejaron claro de paso que la UE "está lista para las próximas etapas", y apuraron un acuerdo del Legislativo. Con esto se terminó de esfumar cualquier ápice de esperanza que mantenían otros Estados de la unión de que Londres se echara atrás o que al menos Bruselas intentara detener la separación.

Ahora, lo único que queda es que el acuerdo de divorcio sea ratificado por la Cámara de los Comunes y el Europarlamento. Eso sí, entre líneas hay un escenario que debe ser abordado cuanto antes: el periodo interino en el que los dos están forzados a llegar a un acuerdo comercial que calme las aguas ante las fronteras colapsadas y las empresas en pleno temblor expira el último día de este año, recuerda El País. Si de momento el periodo no se ha renovado es porque en Londres nunca encontraron la forma de hacerlo, estancados en sus batallas internas parlamentarias. Pese a que Johnson se muestra reacio a pedir una prórroga antes del próximo 30 de junio, lo cierto es que parece cada vez más necesario si quiere una salida a las buenas.

El triunfo electoral del excéntrico primer ministro británico ha acaparado las conversaciones de los líderes y gobernantes de los 27 Estados de la UE, pero al menos han agachado la cabeza y han accedido a que si la salida es ya inevitable, que al menos sea ordenada y que se mantenga una relación cercana y, en lo posible, amena con los británicos. Lo que viene será esencial para fijar agendas como la cooperación judicial, la política de defensa o la exterior, y se adivinan desde ya muy difíciles visto el apoyo que Johnson ha obtenido en las urnas y con un historial que está lleno de amenazas y ultimatums.

En Berlín y París temen que el Reino Unido de un cambio de ruta desleal y se convierta en un paraíso fiscal sin mayor regulación, algo a lo que han apodado como "Singapur sobre el Támesis". Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha reiterado que cuanto más cerca quede la legislación británica de la europea, más ambicioso será el futuro acuerdo comercial bilateral.

El Brexit dejará cicatrices en la Comisión Europea y sus despachos. Los 73 escaños que tiene la isla en Estrasburgo desaparecerán una vez se consume la separación. De ese total, 27 serán repartidos entre otros Estados, como por ejemplo España, que pasará de 54 a 59, mientras que los restantes 46 sencillamente desaparecerán.

Ese es uno de los tantos efectos secundarios, que abarca también el agujero negro que dejará la isla en su calidad de segundo contribuyente neto, así como el hecho de que ha habido un escape voluntario de Bruselas, algo inédito hasta la fecha. @mundiario

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