El autor más leído del mes de junio en MUNDIARIO fue Ricardo Serrano

Ricardo Serrano. / Mundiario
Ricardo Serrano. / Cedida. / Mundiario

La decisión de la Corte Penal Internacional de no admitir la denuncia contra Sánchez por presunto genocidio fue lo que más interesó a los lectores de este medio el pasado mes de junio.

El autor más leído del mes de junio en MUNDIARIO fue Ricardo Serrano

El autor, especializado en política y economía, se convirtió en el más leído del pasado mes de junio gracias a su texto sobre la decisión de la Corte Penal Internacional de no admitir la denuncia contra Sánchez por presunto genocidio. Su artículo puede leerse aquí.

Con Ricardo hablamos de esta decisión y la gestión de la pandemia en España.

— Lo que viene a indicar esta sentencia es que el Presidente del Gobierno español, "no ha generado con premeditación una crisis humanitaria por intereses políticos en el país". ¿Significa esto, a tu juicio, que ha gestionado bien la pandemia?

— No precisamente. Creo que lo que menos le debería preocupar, por principios éticos, morales y humanitarios, a un jefe de Estado en una emergencia nacional tan grande como la pandemia de coronavirus, es el interés o el rédito político. Pedro Sánchez es, a mi juicio, el ejemplo palpable de que las crisis son accidentes o inconvenientes históricos causados por acciones directas o indirectas, y lo digo porque España ya arrastraba serios problemas económicos y sociales que la pandemia exacerbó. Aunque si bien, obviamente, el presidente del Gobierno español no es culpable de la pandemia, sí tiene responsabilidad directa sobre la gestión endeble, regular y súbita que ha tenido, pues activó toda la maquinaria financiera del Estado con precipitación, lo que hizo que su administración gastara mucho dinero antes de tiempo (200.000 millones de euros; y ahora depende de la aprobación del Fondo Europeo de Reconstrucción estimado en 750.000 millones de euros), y que también desbloqueara la economía y levantara el confinamiento antes de tiempo. Esta situación resultó en que la economía española sigue estancada, los rebrotes de Covid-19 están surgiendo con fuerza en varias regiones y todo el trabajo de protocolos sanitarios, financiamiento de emergencia y resguardo social ante la pandemia en el país, podría perderse debido a sus decisiones demasiado anticipadas, ya sea por presiones políticas o algún error de cálculo en su gestión. En mi opinión y en resumidas cuentas, Sánchez no ha gestionado bien la pandemia en España. Si me pidieran una valoración numérica, en una escala del 1 al 10, le daría un 5.

— ¿Por qué indicas en tu artículo que la denuncia de la Asociación Española Desafío y Acompañamiento de Afectados por la Covid-19 (AEDAAC) no tiene solidez argumentativa?

— Es entendible que esa organización civil se agrupe para exigir y reivindicar los derechos humanos y sociales de los españoles en medio de una crisis tan severa como esta. Lo que no es admisible es que su denuncia se base en un sesgo por el rechazo político a la gestión de Pedro Sánchez hasta el punto de acusarlo de inducir una crisis humanitaria sin mostrar pruebas contundentes de que, efectivamente, el mandatario tuvo la premeditación y la saña de cometer negligencia intencional al decretar de forma tardía el estado de alarma y el confinamiento. Además, la Corte Penal Internacional no tiene competencia para juzgar a presidentes y jefes de Estado en ejercicio debido a que tienen inmunidad diplomática y un fuero jurídico cuyos efectos hacen improcedente en la práctica este tipo de demandas, que sólo sería recibida y engavetada por mero trámite, mas nunca prosperaría por dos razones: Sánchez está en funciones y no ha generado en el país una situación de lesa humanidad ni con características de una post-guerra. No defiendo a Sánchez, solo expreso que esa demanda tiene más visos de ser una acción por motivos políticos-ideológicos que una querella debida e imparcialmente sustentada.

— ¿Existen argumentos para que una población denuncie judicialmente a su presidente por una mala gestión o esto debe resolverse en las urnas?

— Sí, pero solo si esa mala gestión causó daños materiales, sociales, públicos, económicos y financieros para el conjunto de la población a corto y largo plazo. Considero que la democracia es, como todos y todo en política, un sistema frágil e imperfecto, que es siempre perfectible. Por esa razón, la negligencia y la responsabilidad directa de un jefe de Estado y de un Gobierno en una crisis puede ser legalmente castigada si generó una situación de desgaste a un nivel que sobrepase lo políticamente convencional dentro del concepto genérico de una crisis, como por ejemplo, la terrible crisis social, económica, migratoria, sanitaria y humanitaria que sacude a mi país, Venezuela, desde hace siete años por la mala praxis administrativa-económica y la corrupción del régimen de Nicolás Maduro. Ese tipo de malas gestiones es perfectamente denunciable, pero de resto, cualquier política pública o mala gerencia de un hombre en el poder de la República es adecuadamente dirimible en un proceso electoral limpio, transparente, competitivo y con propuestas reales llenas de contenido y soluciones viables para la ciudadanía, sin demagogia ni populismo. @mundiario

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