Un arrebatador García Alix, fotógrafo de la Movida, triunfa en Las Meninas de Canido

García Alix y Eduardo Hermida. Foto Pombo
Eduardo Hermida y García Alix. / Pombo

Este fotógrafo tuvo un relevante papel en la llamada Movida española de los 80, que MUNDIARIO repasa a fondo, además de analizar su papel en Las Meninas de Canido, en Ferrol.

Un arrebatador García Alix, fotógrafo de la Movida, triunfa en Las Meninas de Canido

Las Meninas de Canido, uno de los certámenes de Urban Art más importantes del mundo, abrió su programa cultural con un hito de lujo: la proyección del documental de Alberto García Alix en la Sede Afundación de Ferrol. Las intervenciones del gran artista (León, 1956) , Premio Nacional de Fotografía, continuaron con master class que impartió durante todo el certamen en la misma sede.

El acto fue presentado por Eduardo Hermida, ideólogo y promotor de este gran fenómeno cultural, que se mostró agradecido de que el famoso fotógrafo, tuviese la deferencia de aportar para el certamen una de las tres valiosas copias que existen sobre este producto audiovisual. Alberto García Alix es uno de los fotógrafos españoles más reconocidos fuera de nuestras fronteras y más destacados del siglo XX europeo y no es la primera vez que acude a las Meninas.

"De donde no se vuelve" se creó exprofeso como hilo conductor de la gran exposición antológica que protagonizó García Alix en el Museo Reina Sofía de Madrid. Constituye una gran retrospectiva desde sus inicios hasta el año 2008 . El documental, de más de 50 minutos, hilvana sus creaciones de varias décadas mediante un espléndido guión de carácter existencialista de cuidada factura.cartel de De Donde no se vuelve

"De donde no se vuelve". / Afundación

Comienza el periplo desde sus inicios, tan ligados al mundo de la droga a  finales de los 70, cuando afirmó " tenía el carácter místico y épico de los pioneros que se aventuraron en un mundo oscuro y entonces desconocido". Continúa por los grandes personajes de la movida como Ana Curra, que fue su pareja muchos años,  Fabio Mc Namara, Santiago Auserón, Tino Casal, Alaska...  Distintas etapas como  "Bajo la Luz de las tapias" o un interesante capítulo ligado al mundo oriental...

La soledad de los espacios, la deshumanización, la expresión como paralización del pensamiento, la decadencia y la decrepitud, sumado a la potencia de unas miradas y unos rostros que no dejaban indiferente al espectador mantuvieron al auditorio en vilo.

Sí el documental fue impactante, más lo fue la hora larga que compartió con el público respondiendo directamente y de forma cercana a sus preguntas, a la vez que reflexionaba sobre su vida y el hecho fotográfico. Su voz descarnada aumentaba, si cabe, el poder hipnótico de sus palabras… Paseó desde la técnica analógica, a la consideración de que todo lo que fotografía es un cadáver, ya que no se fotografía el presente sino el pasado. Del desgarro de sus amigos muertos a  la expresión en blanco y negro como el color de los sueños y  en el que sabe transmitir y reconoció también a los grandes maestros que le habían influido como Walker Evans. En el espacio de Afundación, de reducido aforo, los asistentes se sintieron privilegiados y fueron conscientes que participaban de algo único.

Alberto García Alix y María Fidalgo Casares. / Mundiario

Alberto García Alix y María Fidalgo Casares. / Mundiario

García Alix, ¿fotógrafo de la movida?

La etiqueta de fotógrafo de la movida es inherente a su persona, pero ¿es injusta?. Ha demostrado con creces que su dimensión artística temporal y temáticamente es infinitamente más amplia. Afirmó en Ferrol que él "no era el fotógrafo de la movida", que era "un rockero de corazón  al que el pop español nunca había entrado entre sus preferencias". Que no había fotografiado ni conciertos ni lugares de la movida, porque entoces vivía en una burbuja  y que  jamás se le hubiera ocurrido salir de noche con su Leica. Sí en cambio afirmó que “ había conocido a todos sus personajes y con ellos se llevaba muy bien, de ahí sus retratos  de Almodóvar,  Pistones,  Gabinete Caligari,  Los Coyotes, Kiki Dáki, Ana Curra, Malevaje, Alaska y Dinarama, Radio Futura, Germán Coppini, Revólver... ·  

Pero Alix, indefectiblemente está ligado a la movida.  Se pudo dedicar profesionalmente a la fotografía, porque en en el famoso viaje ferroviario " Madrid se escribe con V de Vigo" - fin del paréntesis cronológico del movimiento, es cuando Valle Quintana le propone hacer una exposición y  deja de ser un underground para  vivir de la fotografía.  Es de justicia citar  -por la reciente desaparición de Ceesepe-, sus colaboraciones en el fascinante corto "El día que muera Bombita", considerada una de las joyas de la movida   o en el surrealista Cascorro Factory,  llamado así por estar centrado en el rastro de Madrid y una partcular creación de fanzines con fotocopias, " dibujos de amigos y " bocadillos" con textos de Moncho Alpuente.

Su proyección pública, ha venido de la mano de esas fotos de la movida de exquisita factura, potencia visual y hondura psicológica que le diferenciaron de todos sus contemporáneos y que hoy se han convertido en iconografías de la década, y la representan para la posteridad. Cuando todos hayamos muerto, los historiadores estudiarán la movida con la banda visual de sus fotografías.

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Gabinete Caligari. 

Obviamente parece disgustarle esta etiqueta por circunscribirle a un período cuando lleva décadas de tryectoria. No parece baladí que en esta retrospectiva faltasen fotos icónicas como las de Camino Soria de Gabinete Caligari –el Joshua Tree español– y que son probablemente sus fotos más reconocidas por el gran público, aunque reconoció personalmente a MUNDIARIO, lo que algunos considerarían casi una herejía " Que esas fotos no eran buenas".

Curiosamente, el retrato de Camarón de la Isla, que sí apareció en el documental, ha sido difundido hasta la saciedad y hoy convertido en totem. Imagen venerada con fervor cuasi religioso, ha sobredimensionado a su autor y pocos saben que es creación de este fotógrafo leonés.

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Camarón de la Isla.

Los días siguientes, García Alix, todo un Caballero de las Artes y las Letras de Francia ataviado con camisa marinera e identitarios tatuajes convivía con los participantes de las Meninas como uno más… Pudo vérsele pululeando por las calles de Canido  y cómo fotografiaba al grafittero Sfir, autor de uno de los murales más emblemáticos de esta edición.

Alix y Hermida. Foto Pombo

García Alix con Eduardo Hermida. / Pombo

Un extraordinario artista, un ser con magnetismo que hizo del acto un acontecimiento especialmente emocional que valora más - si cabe- la genialidad de Las Meninas de Canido. El fenómeno de Urban Art que, gracias al tesón y empuje de Eduardo Hermida, ha surgido en Ferrol como el revulsivo vecinal de un barrio en crisis en una ciudad castigada y relegada por el sino de los tiempos y que se ha consolidado, contra viento y marea como uno de los eventos artísticos más interesantes y singulares que jamás hayan aparecido en nuestro país. @mundiario

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